No. 42: Una aventura corta

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Ok, han pasado tantas cosas que no estoy muy segura por dónde empezar así que haré un breve resumen......

Resultaba que el hijo del Patriarca Orni tenía que hacer una ceremonia especial para presentarse ante el Venerable Valú, el Dios dragón de esta isla, pero por alguna razón se había vuelto loco y estaba atacando a todo aquel que se le acerque. Y como de por sí el pequeño Orni, Komali, no era precisamente el más valiente se negaba a salir de su habitación o siquiera despegarse de un orbe "mágico" que Link necesitaba.

Por más que intentamos persuadirlo todo fue en vano, se negaba a salir A MENOS de que hiciéramos algo para aplacar la ira del Venerable Valú por lo que nuestra aventura ahora sería mucho más larga de la esperada. La mejor amiga del pequeño Orni, Medli una sacerdotisa capaz de entender el lenguaje del venerable Valú, tuvo la imprudencia de acercarse demasiado al templo que lleva ante el inmenso dragón por lo que Link y yo tuvimos que ir a rescatarla.

Pasamos por muchas cosas, pasamos por pozos de lava, nos nos enfrentamos a muchos monstruos que se parecían a los que estaban en la Isla del Diablo, nos culumpiamos con la ayuda de un gancho que nos que nos regaló Medli después de salvarla, descubrimos que algo estaba lastimando la cola del Venerable Valú y por eso estaba tan de malas, y cuando finalmente llegamos a la caverna dónde estaba su cola descubrimos que el responsable era un Cienpies gigantesco que vivía en los charcos de lava del volcán. Parecíamos superhéroes columpiandonos de la cola del Venerable Valú para tirarle encima una enorme placa de roca sobre la cabeza de esa cosa, todo para que finalmente le rompieramos ese exoesqueleto que le servía de armadura, ya lo siguiente fue bastante simple yo lo mantenía a nuestra altura con la ayuda de la garra y Link atacaba su único ojo que parecía ser su punto débil.

Apenas me di cuenta de que ya lo habíamos derrotado cuando empezaba a retorcerse sin parar de chillar y poco a poco se fue calcinando hasta que sólo quedó su ojo que se esfumó en una pequeña explosión de humo morado, dejó detrás una especie de caja brillante en forma de corazón que levitaba frente a Link. Al parecer esa caja es una especie de bendición otorgada por las Diosas a aquellos guerreros que han derrotado a monstruos muy fuertes, me contó Link que sólo había escuchado de esas cosas por las historias que contaba su abuela..... también dijo Link que apenas la tocó y esta traspasó su pecho sintió como si su fuerza hubiera aumentado de golpe.

En segundos una extraña corriente de aire nos envolvió a mi y a Link dejándonos sin ninguna visibilidad, apenas se calmó el aire nos vimos devuelta en la playa dónde desembarcamos dónde ya nos estaban esperando Medli y Komali.

- Medli: ¡Link! ¡Linkle!

- Yo: -Apenas volteo a nuestras espaldas y los veo.- ¡Niños! Que gusto me da verlos

- Medli: -Toma de los hombros a Lo malo.- ¿Y bien, príncipe Komali? ¿No hay algo que quieras decirles?

- Komali: -Algo tímido.- Um..... escuché todo lo que hicieron por Medli. Link, Linkle...... Gracias, lamento mucho haberlos subestimado

- Yo: -Me agacho.- Descuida, para eso estamos los héroes. Y este pequeño ya ha demostrado ser el más valiente del archipiélago

- Link: -Infla los cachetes haciendo puchero.- Aceptó el halago, pero no soy un pequeño..... sólo que aún no crezco lo suficiente

- Yo: - Me reí de la ternura.- Descuida, era broma. Komali, sé que es muy difícil ser valiente algunas veces..... estoy segura de que algún día serás un gran líder, y sin que necesites de ese Orbe

- Komali: -Se le iluminan los ojos.- Espero algún día ser tan valiente como ustedes

- Medli: - Dice con emoción.- Lo serás ¿verdad chicos?

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