¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué?... ¿Qué me pasó? Sabía exactamente qué algo muy malo acababa de pasarme, no por sentir el peor dolor de tu vida y estar inconsciente por quién sabe cuánto tiempo, sino por terminar con una cola y más pelo del que debería tener.
¿En qué me había convertido? Era como un lobo, pero mucho más grande... mi pelaje era rojizo con crema y en definitiva no es algo que pase muy a menudo, la verdad ahora me asemejo más a esa bestia que se había abalanzado hacia mí... un minuto, ¡ESA BESTIA! Fue él quien me salvó la vida de ese monstruo raro oscuro, ahora lo entiendo.
Él debió haberme llevado a este lugar después de haberme salvado, pero... ¿Será que él me transformó para ser igual a él, o habrá sido el monstruo... o qué más?
Ahora no podía ponerme a preguntarme esas cosas, debo encontrar una forma de salir de esta prisión de la época medieval, parece como algún tipo de fortaleza y estuvieran a punto de venir a interrogarme antes de llevarme a un calabozo peor o algo así.
Me levanté con ayuda de mis cuatro patas y bajé de la cama en la que estaba, en la habitación había una mesa en medio y una estantería de madera al fondo con un jarrón encima, la puerta estaba entreabierta al costado izquierdo de la habitación.
Al asomarme vi como un pasillo daba una vuelta hacia una esquina con una antorcha en la pared, estaba por salir sigilosamente pero escuché unas pisadas a lo lejos y de inmediato fui adentro de la habitación ocultándome bajo la mesa.
- Hillary: ¿Estás seguro de que lo que viste? –Se escucha como la voz de la arquera.
- Dilan: Si, hasta incluso Molly lo vio –Un joven... pero no suena como aquellos héroes.
- Hillary: Esto es extraño, esta chica se roba el Neburí de Jack y este ni siquiera dio pelea, se transformó en un lobo y su mano ¿De pronto brilló con el símbolo de la Trifuerza?
- Dilan: Si... hay algo en esta chica, hasta incluso Harry dice que estaba armada con la espada y escudo de nosotros
- Hillary: ¿Por qué no dijo nada antes?
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La leyenda de Hyrule
FantasyEl mundo ya no es lo que era antes, hemos olvidado quienes éramos antes de toda esta ambición e intolerancia hacia lo que no podemos controlar y está más allá de nuestro entendimiento. Su deseo por hacer todo más fácil y subir en la cadena de mando...