𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬, spencer reid

My Sweet Valentine

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Créditos: samuel-de-champagne-problems

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A los 22 años, Spencer Reid se encontró pensando en sus primeras veces. En su corta vida ha tenido muchas primeras veces de las que alegrarse. Su primer doctorado, su primer día en la BAU, su primera conferencia como invitado en Georgetown. Pero también ha tenido muchas primeras veces para estar triste. Su primer ojo morado, su primera noche después de que su padre se fuera, su primera noche cuando hizo que su madre se comprometiera. Ni siquiera puede recordar la primera noche que lloró hasta quedarse dormido... y lo recuerda todo.

Sin embargo, Spencer puede recordar el primer día que conoció a T/N. Llamó a la puerta del Apartamento 23 con el brazo lleno de donuts escarchados de chocolate con chispas de arco iris y una lasaña.

"¡Hola! ¿Tú debes ser el nuevo del Apartamento 23? Soy T/N. Vivo en el 21, así que somos compañeros de piso"

"Um" Spencer comenzó y se detuvo para recogerse. Es difícil, pensó, cuando una chica muy guapa se pone delante de él con donuts y lasaña.

"Sí, hola. Soy el Dr. Spencer Reid. Bueno, no tienes que llamarme así. Sólo Spencer. Es un placer conocerte, T/N"

Ella sonrió y sus ojos tenían un brillo que le hizo querer mirarlos fijamente todo el tiempo que ella quisiera.

"Bueno, Dr. Reid. Es bueno tener un héroe médico en la zona. Soy tal vez la persona más torpe que tendrá la desgracia de conocer, así que si grito por usted a horas extrañas de la noche, realmente espero que venga a salvarme" Dijo todo esto con un guiño.

"Uhh" sonrió. "No soy ese tipo de médico, ya ves. Tengo un trabajo en el FBI en la Unidad de Análisis del Comportamiento. La UAC. Mis doctorados son en Química, Ingeniería y Matemáticas. Así que no tengo formación médica, pero te ayudaría si me necesitas"

Suave, Spencer. Suave.

"Sólo estoy bromeando, Doc. ¿Eres un genio o algo así? Dios. Apenas puedo terminar mi programa de maestría en este momento. ¿Le importa si entro? Estas golosinas son un poco pesadas"

¿Lo dice todo con una sonrisa? pensó Spencer, es casi contagiosa.

"Por supuesto. ¿Son rosquillas?" No puede evitar preguntar, parecen realmente tentadores.

Ella los pone sobre el mostrador y se gira para mirar al tímido hombre que tiene delante.

"Donas escarchadas de chocolate con chispas de arco iris. Mi abuelo era panadero y yo soy una panadera estresada. Además, es lo que hay que hacer como vecina" Me da un golpe en el pecho. Es un gesto amistoso, pero Spencer no puede evitar el rubor que aparece en sus mejillas.

"Háblame de ti, Doc"

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Desde que conoce a T/N, ella es el único pensamiento que ocupa su mente. Por fin entiende todos esos poemas de amor que su madre le leía de pequeño. No hace falta decir que todavía estaba un poco sorprendido cuando ella comenzó a hablar de besos, de todas las cosas, a él.

"Te digo Spencer, un beso es mucho más íntimo que tener sexo con alguien. Quiero decir que si se hace bien es tan mágico, ¿verdad?" Él la miró desde su lugar en el mostrador con una mirada que sólo se puede suponer como un ciervo en los faros.