𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬, spencer reid

On The Mend

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Créditos: reidslibrarybook

Entró con Derek y JJ, su corazón palpitaba más rápido de lo que suele hacerlo en cualquier caso. Hotch se había puesto en contacto con todos directamente sin previo aviso, JJ ni siquiera sabía que había un caso. Tenía que ser urgente, tenía que haber algo tan increíblemente malo para que Hotch llamara a todos sin consultar primero con JJ.

A Spencer se le retorcían las tripas, se le revolvía un sentimiento de ansiedad que le carcomía el pecho, temeroso de lo que iba a ocurrir. Dejó su bolsa en el suelo y miró a su alrededor mientras su visión empezaba a marearse lentamente.

Había demasiada gente zumbando alrededor, lo que atrajo su atención a demasiados lugares. No fue hasta que Hotch ordenó el silencio en la sala, explicando la situación mortal del ataque con ántrax utilizado en personas inocentes en el parque, que su mente pudo finalmente concentrarse en el peligro que amenazaba su vida.

El Dr. Kimura, Jefe de Patógenos Especiales del CDC, entró para informar al equipo sobre la naturaleza de la enfermedad infecciosa. Todos habían elaborado un perfil preliminar en el poco tiempo que tardó Spencer en despejar su mente, organizando los temores desenfrenados de un mal final y archivándolos en un armario para guardarlos.

Estaba demasiado asustado para mostrar su miedo, completamente mudo mientras pensaba en su destino, en el destino de su madre. No tenía a nadie que la cuidara si él moría a través de esporas bacterianas con forma de vara. Había un lugar especial en su testamento para ella, algo que sabía que tenía que establecer después de su encuentro con cierto sudes con DID que podría o no haberlo matado varias veces, salvado y condenado por el líquido transparente inyectado en sus venas.

Los oídos de Spencer se agudizaron cuando oyó el chasquido de los tacones de alguien procedente de la puerta que comunicaba con el pasillo de la UAC. Un resplandor etéreo te rodeó mientras tus pies se deslizaban por la alfombra, colocando la bandeja de Cipro sobre la mesa y mirando al Dr. Kimura con el portapapeles en la mano.

Estabas absolutamente impresionante, sus ojos se abrieron de par en par para poder captar cada detalle de ti mientras asentías con la cabeza mientras Hotch te daba indicaciones. Eras exactamente como él antes de que las crueldades del trabajo le robaran la luz brillante de su corazón: una amplia sonrisa que emitía un brillo casi cegador mientras tus ojos brillaban por la oportunidad de estar en el trabajo con la que posiblemente sea la doctora más exitosa del CDC.

"Reid... Reid". Levantó la vista en cuanto la llamada de su nombre se registró en su cerebro, apartando la vista de ti para darse cuenta de que todo el mundo le estaba mirando.

"S-sí, señor", se aclaró la garganta e hizo lo posible por evitar tu sonrisa divertida y los ojos penetrantes que le quemaban el costado de la cabeza.

Hotch puso los ojos en blanco con un atisbo de sonrisa jugando en sus labios. "¿Conseguiste todo eso?"

Spencer negó con la cabeza, sus rizos castaños desordenados y sin cepillar rebotaban al moverlos por inercia con el gesto de su cabeza. "No. Lo siento, señor. Estaba... estaba pensando en otra cosa".

Derek le dio un codazo en el hombro y le susurró al oído. "¿Estabas pensando o estabas sintiendo algo, porque creo que puede haber algo escondido en tus pantalones, chico".

Spencer miró rápidamente hacia abajo, temiendo que algo que preferiría que no viera hasta después de la inconcebible tercera cita que tendría que pedirle, un pequeño fuego ardiera en su interior al ver que no había nada perceptible allí.