7. Amor.

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Una cosa que Shinichiro Sano no sabía es que su pequeña hermana menor crearía un pequeño Crush infantil por su amigo peliblanco, cosa que de alguna forma lo incomodaba.

Si el hubiera sabido que eso pasaría no le habría presentado a su amigo, se sentía desplazado e ignorado y no sabía si era por su hermana o por su amigo... tal vez por ambos.

Por otra parte Wakasa Imaushi creía que si se llevaba bien con la pequeña Emma, Shinichiro se sentiría satisfecho y alegré, ya que demostraría que el podría adaptarse por completo a el ambiente que rodeaba al pelinegro, fuera cual fuera.

Ya tendría tiempo para intentar hablar con Manjiro Sano, aun no estaba preparando para verlo directamente sin recordar a ese monstruo que había visto en el futuro.

Aun que ahora que lo recordaba... ¿Que habra pasado con ese pelirubio que se parecía un poco a Shini? Nunca se lo había preguntado a Senju...

-Ey Wakasa... ¿Me acompañas?- preguntó rápidamente el pelinegro ya un poco incómodo de ver como su hermanita se había pegado a el cual chinche.

El peliblanco confundido por la forma en que lo habia llamado asintió mientras empezaba a levantarse, tras un pequeña queja de la pelirubia ambos se alejaron de su sitio.

-¿Paso algo Shini?- preguntó rápidamente al mismo tiempo que un sentimiento inquietante se apoderaba de él.

-No... ¿Por qué?

-Bueno, me llamaste por mi nombre completó, sueles decirme Waka- aseguró, el pelinegro simplemente se encogió de hombros restandole importancia a eso, cosa que preocupó al peliblanco.

Shinichiro Sano estaba enojado y él no sabía la razón, ¿qué se suponía que haría?

-¿A dónde vamos Shini?- preguntó nuevamente, el silencio lo mataba poco a poco.

-Vi cerca una maquina expendedora, quiero comprar algunas bebidas- murmuró tranquilo sin voltear a ver a su acompañante.

Se suponía que lo había invitado a distraerse, pero parecía que ahora le estaba dando mas cosas en las que pensar, Shinichiro no sabía que hacer al ver de reojo al peliblanco que parecía nervioso, si pudiera compararlo con algo en estos momentos diría que parecía un Chihuahua, por la forma casi imperceptible en la que temblaba.

-Waka... ¿Estas bien?- preguntó ahora tranquilo mientras empezaba a buscar en sus bolsillos el dinero

-Lo estoy... ¿Tu estas bien Shini? Pareces un poco molestó.

El peliblanco apretó un poco los labios, nervioso por la respuesta del chico, no es como si lo fuera a expresar claramente, pero el quería escucharlo hasta en lo mas mínimo.

-Estoy bien, solo un poco cansado- sonrió el pelinegro volteando a verlo directamente por primera vez en todo el rato -No te preocupes Waka.

-Bueno... Shini...

-¿Humm?

-Pense que no te gustaba ese refresco- señalo el peliblanco lo obvio.

-No es para mi, es para Manjiro, por alguna razón le gusta esta cosa- sonrió tranquilo mientras le pasaba las bebidas a su acompañante.

Después de todos los acontecimientos, la familia Sano había quedado encantada con Wakasa, alegando que era alguien amable, educado y sobre todo apuesto.

Shinichiro lo había acompañado hasta su casa, donde ambos se despidieron, aun que el peliblanco no quería dejarlo ir, termino por hacerlo.

-Haremos la alianza- fue lo primero que dijo el pelinegro en cuanto Wakasa llego al lugar de reuniones

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-Haremos la alianza- fue lo primero que dijo el pelinegro en cuanto Wakasa llego al lugar de reuniones.

Takeomi y Benkei aceptaron la decisión de su lider, mientras que Wakasa inmediatamente se acercó con intenciones de pelear, cosa que todos notaron e inmediatamente se colocaron frente a Shinichiro.

-¿De que demonios sirve mi maldita opinión si no me harás caso Shinichiro Sano?- hablo molestó tratando de apartar a ambos chicos.

-Waka, calmate por favor- hablo tranquilo Takeomi, ni el ni Benkei tenian intenciones de moverse.

-Amigo relajate un poco- el moreno lo tomo de los hombros -Confía en Shin.

Shinichiro tenía intenciones de acercase al peliblanco, sin embargo la mirada que le dio lo dejo quieto en su lugar.

-No vale la pena- murmuró e inmediatamente salió del lugar.

Los otros tres simplemente se quedaron quietos en su lugar, aun sin entender del todo la situación, Wakasa había estado dispuesto a golpear a su lider.

Mientras tanto Wakasa se encontraba sentado en el pasto comiendo una de sus tantas paletas en el parque al que había llegado luego de haber conducido durante un tiempo pequeño.

El sabía que no le quedaba otra opción mas que aceptar la decisión de Shinichiro, sin embargo no estaba preparado para observar como este coqueteaba con alguien que si le hacía caso aun que fuera por simple interes.

Recordaba que la primera vez que Shinichiro se le declaró había sucedido en su cumpleaños número 17 y todavía faltaba para que eso sucediera, así que si de algo estaba seguro es que en estos momentos Shinichiro no aceptaría una declaración de amor por su parte.

Tendría que encontrar la forma de mantener a su "amigo" lejos de esa chica, evitar que sus dos amigos terminen en la estación de policías y evitar el intento de asesinato hacia el pelinegro y el.

-Que complicado es todo...- susurró jugando con la paleta en su boca, observando tranquilamente el cielo -Tendre que disculparme con los chicos.

El dia tan esperado por ambas pandillas, había llegado, Wakasa se encontraba hasta atrás por ordenes de sus amigos que temian que se lanzara a atacar al lider contrario por su notable negatividad

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El dia tan esperado por ambas pandillas, había llegado, Wakasa se encontraba hasta atrás por ordenes de sus amigos que temian que se lanzara a atacar al lider contrario por su notable negatividad.

Mientras Shinichiro y el otro lider tenian una conversación "agradable" todos los demas veían la interacción gustosos.

El peliblanco simplemente buscaba a los que serían un dolor de cabeza, pensaba alejarse de ellos y simplemente estar al lado del pelinegro como un guardián.

Servía que trataría de alejar a la chica, aun no sabia como lo haría pero estaba confiado en que encontraría la forma.

En cuanto a lo demás... tendría que sabotear sus planes, Wakasa estaba seguró de que ellos no saldrían ilesos si trataban de dañar a su futuro novio.

-Mantuviste la compostura- sonrió divertido el peliazul de la cicatriz dandole leves golpes en la espalda.

-No molestes Takeomi- gruño, aun que les había pedido disculpas, el chico seguía enojado con ellos.

-No saques las garras gatito- alboroto sus cabellos y rápidamente salió corriendo hacía Benkei, lo que menos quería era un golpe del peliblanco.

Empezó a murmurar algunos insultos e improperios hacia sus amigos, hasta que apareció Shinichiro, al cual le dedicó una sonrisa.

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