Quedate Una Vez

En otra vida...

-Lo sentimos mucho señor Sano, el joven Wakasa Imaushi, no sobrevivió...

Él doctor hizo una reverencia mientras volvía a ofrecer su pésame ante la pérdida del peliblanco.

Mientras que el mayor de los Sano no sabía como reaccionar ante esa terrible noticia, ¿Qué es lo que pasaría con su nieto y los dos pequeños?

¿Cómo les dirían que la persona que admiraban, amaban y veían como su madre... ya no volvería?

¿Cómo reaccionaria su primogénito al decirle que nunca más podría volver a ver a su esposo?

Sin poder soportarlo más, empezó a llorar, su llanto se escuchaba por todo el lugar, que se mezclaba con los gemidos de agonía de los demas pacientes, llanto que fue escuchado por los cuatro pequeños que no dudaron en buscar al mayor...

-¡Abuelo!- gritaron al mismo tiempo que se acercaban a él de forma preocupada.

Izana al ser el mayor se todos, fue quien hablo primero de forma preocupada.

-¿Abuelo, qué paso con mamá?, ¿Wakasa esta bien, verdad?- pregunto esperanzado, viéndolo.

-Izana, Kakucho...- murmuró el mayor, al ser consciente de los pequeños a su lado, en un rápido movimiento los atrajo hacía el, envolviendolos en un fuerte abrazo -Lo siento, Lo siento tanto pequeños...

-No... no es cierto, mamá esta bien- negó rápidamente el  pelinegro, buscando instintivamente el calor de su amigo y hermano.

-No juegues así abuelo... Waka es la persona mas fuerte que conozco...- murmuró bajito Izana, volteando a ver lentamente a Mikey, quien se había quedado quieto en su lugar.

-¿Waka esta bien abuelo?- pregunto confundida la pequeña pelirubia, tomando la mano de su hermano que aun seguía observando a Mikey -¿Cierto abuelo, él esta bien?

-Emma, Izana, Mikey, Kakucho... Waka ya no volvera-  dijo en un pequeño susurró el mayor, sin soltar a los pequeños en un abrazo lleno de protección.

La pequeña no soportó más y simplemente soltó en llanto, tomando de la mano a sus dos hermanos, el peliblanco que siempre había velado por ellos, ya no estaba más.

Si ellos se sentían destrozados, ¿cómo se pondría su hermano con aquella noticia?

-¡Shinichiro; venimos en cuánto nos enteramos!- hablaron al mismo tiempo sus amigos, quienes habían entrado a la habitación donde se encontraba el pelinegro, tomando un vaso de agua.

-Takeomi... Benkei...- murmuró bajito el pelinegro, bajando de la camilla para abrazarlos a ambos -Mi abuelo, fue a hablar con el doctor, aun no se nada...