Quedate Una Vez

21. Izana Kurokawa.

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Aquel pelinegro se encontraba corriendo de un lado para otro, quería darle una pequeña sorpresa a su pareja y para ello habia decidido utilizar el espacio trasero de su taller.

-¡Shini, ya estoy aquí!, ¿donde dejó estas cosas?- gritó su amigo peliazul, entrando con varias bolsas en sus manos.

-Buenas tardes Akashi san, dejeme ayudarle- sonrió amable el pelirubio de la cicatriz, quitandole varias bolsas.

-Inupi, así que a ti también te pidió ser su ayudante- hablo tranquilo el mayor, siguiendo al pelirubio que únicamente negó.

-Vine a ver a Shin chan, así que me ofrecí a ayudarle- soltó una pequeña risa, dejando las cosas en una pequeña mesa del lugar -Estoy un poco celoso... Wakasa san tiene a Shin chan, ojalá yo lo hubiera conicido antes...

-Que no te escuche nunca Wakasa, es un poco celoso- sonrió nervioso el mayor -Aparte, respeta a la madre de Black Dragon.

El menor se encogió de hombros, restandole importancia a lo dicho por Takeomi, para nadie era un secreto sobre el crush que tenía hacía el antiguo lider de Black Dragon, pero afortunadamente para él, Wakasa no lo veía como una amenaza, siempre lo comparaba con un chihuahua rabioso, aun que nunca se lo había dicho a nadie.

-Por cierto Shinichiro... ¿Para que es la sorpresa?- preguntó curioso su amigo acercándose a ver que es lo que hacía el pelinegro tan concentrado.

-Waka y yo, estamos apuntó de mudarnos juntos- sonrió satisfecho al imaginar una vida al lado del peliblanco -Se que ya estamos comprometidos y me gustaría mucho formar una familia con él...

-¿Le vas a presentar a tu hijo ilegítimo?- pregunto burlón, soltando una risa al ver la expresión de su amigo.

-Bueno no tanto así, pero e estado llendo a un orfanato...

-No jodas... ¿Es enserio?

-Muy enserio, a waka le gustan los niños y tiene un gran instinto maternal, si empezamos los papeleos ahora tal vez podamos adoptar dentro de un año.

-Estas loco Shinichiro...

-Estoy loco de amor... algún día te pasara y estarás peor que yo...

-¡Shinichiro!- ambos chicos se quedaron estáticos al escuchar la voz del pelinegro -¿Cariño donde estas?

Se escuchaba más feliz de lo normal, cosa que le extraño a los tres chicos, absolutamente todos sabían lo desinteresado que era la mayor parte del tiempo.

-Ve, si viene aquí descubrirá tu sorpresa, inupi y yo nos encargamos de todo, ve- lo alentó el peliazul, al mismo tiempo que lo ayudaba a ponerse de pié.

-¡Waka, cariño!- sonrió dulcemente el pelinegro acercándose a su pareja -¿Que te trae por aquí?

-¡Eh decidido que quiero adoptar!- sonrió satisfecho al ver la reacción alegre de su pareja -El proceso sera tardado y probablemente podamos hacerlo dentro de un año si las cosas salen bien, tú no te preocupes, yo me hare cargo de todos los papeleos.

-¡Diablos cariño...!- murmuró de forma tranquila abrazandolo y pegandolo a su pecho -¿No podías ser paciente y esperar hasta mas tarde?

-¿Qué?, ¿porqué?- pregunto confundido, intentando separarse para ver a su pareja a la cara.