20. Empieza el conteo.

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100... 99... 98... 97... 96... 95... 94... 93... 92... 91... 90...

Habia pasado tiempo desde que Wakasa había vuelto al pasado, había cambiado muchas cosas y por eso no podía guiarse del todo de sus recuerdos.

Pero justo ahora tenia miedo... su pareja Shinichiro Sano estaba a nada de cumplir los 20 años.

Sabia lo que pasaria, él junto a sus amigos se retirarían oficialmente de los Black Dragon y le darían el puesto a alguien más, alguien que habían elegido como segunda opción después de que él aprendiz de Wakasa se negara únicamente para seguir a Manjiro Sano.

-Es una pena que Michi no haya aceptado ser mi sucesor- suspiro derrotado el pelinegro acercándose a su pareja para abrazarlo por la espalda, poniendo su barbilla en la cabeza de este.

-Michi seguirá a Mikey hasta el fín del mundo si el se lo pide- se burlo el peliblanco tranquilo -Espero que tu hermano cuide bien de mi alumno.

-Lo hara no te preocupes- soltó divertido -¿Te e dicho lo mucho que me encanta tu instinto maternal? Me hace pensar en como seras con nuestros hijos.

Esa había sido una de las tantas conversaciones que había tenido con su pareja antes de dar el anunció.
No lo negaba se sentía nostálgico al tener que pasar de nuevo por esta experiencia, pero también sentía mucho terror al pensar en que próximamente su pareja tal vez ya no estaría de nuevo.

Eso lo aterraba, ¿Como podría sobrevivir de nuevo si lo perdía? No lo lograría.
Aun que todavía faltaban tres años para eso, no podía evitar sentir miedo.

El tiempo nunca paraba y parecía que estaba a punto de alcanzar al peliblanco.
Se sentía asfixiado y la única persona con la que podía desahogarse había decidido que se iría a una escuela de boxeo en otra región después de que él le dijera parte de su futuro.

 Se sentía asfixiado y la única persona con la que podía desahogarse había decidido que se iría a una escuela de boxeo en otra región después de que él le dijera parte de su futuro

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-¿A donde me llevas Takeomi? ¿y porque Benkei esta en videollamada?- pregunto un poco irritado el peliblanco, mientras se acomodaba en el auto de su amigo peliazul.

Llevaban una hora viajando y aun no sabía a donde iban, simplemente el peliazul había invadido la casa del mas bajo mientras lo obligaba a tomar un baño, arreglarse y según el "Su madre tenia que verse bonito como siempre".
Después de eso lo metió a su auto y empezó a conducir.

-Si yo también te quiero Waka- sonrió burlón el moreno desde la pantalla -Ya que no puedo estar haya me tuve que conformar con ver atreves de una pantalla, realmente los extraño.

-¿Vamos a ir con Benkei?- pregunto de nuevo el peliblanco observando a su amigo que negó, empezando a tararear una canción de forma tranquila.

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