23. Una Flor, Un Viaje.

500 67 6
                                    

39... 38... 37... 36... 35... 34... 33... 32... 31... 30...

-¿Como vas con tus niños?- pregunto curioso el moreno, mientras sostenia el saco de boxeo que su amigo se encontraba ocupando.

-Kaku chan es un niño encantador, siempre es muy servicial y le gusta estar conmigo- sonrió amable, mientras le daba un golpe de nuevo al saco -Iza chan, es un poco mas complicado, tiene una personalidad muy dominante y prefiere estar con Shin, algo obvio ya que son hermanos.

-Pero fuera de todo eso me va bien con los pequeños, tengo un don maternal ó eso es lo que Shin dice.

-¿Te gusta tu nueva etapa de familia?- pregunto curioso, viendo como su amigo asentía tranquilo.

-Es lo mejor que me pudo haber sucedido- sonrió satisfecho, deteniendose para tomar un poco de agua.

-Me alegro, bien, ahora a lo que veniste, ¿Cual es tu plan?- pregunto ahora mas serio el mas alto.

-Bueno, mi plan inicial era hacer que los chicos me presentaran a Kazutora, pero se niegan todo el tiempo a hacerlo, siempre buscan una excusa- murmuró irritado -Lo segundo que pense fue en un encuentro casual, pero caí en cuenta que no se nada sobre este niño, desde lo de Shin me aleje mucho de la familia Sano y todos sus problemas.

El moreno simplemente asintió mientras hacia un sonido pensativo.

-Así que realmente no se bien que hacer- murmuró observando a su amigo que simplemente nego pensativo.

-¿Porque no dejamos que las cosas fluyan?

-No, Shin muere en 2003, el 10 de Agosto, no puedo dejar que todo fluya...

-Todavia falta un año para eso Waka- murmuró tranquilo el moreno -Se que estas preocupado, pero ponerte ansioso desde ahora no es lo mejor.

-Tienes razón, ¿pero que puedo hacer?, la idea de volver a perderlo me aterra.

El moreno vio como su amigo empezaba a temblar de forma casi imperceptible, soltó un suspiro y tomo asiento aun lado de su amigo para empezar a dejar pequeñas caricias en su espalda, como una forma de apoyo.

-¡Waka, vine por ti!- ambos se enderezaron al escuchar la voz alegre del pelinegro, volteando por sobre su hombro para ver como entraba e intentaba quitarse algo de su ropa, sin prestar atención a ambos -¡Pense que seria agradable tener una cita, sin los niños!, ¡así que le pedí al abuelo si podía cuidarlos!

-¿Dejaste a los niños con Emma y Mikey?- pregunto dubitativo, pensando en las muchas posibilidades de lo que eso podía conllevar -Supongo que tendré que pedirle perdón a el abuelo.

-¡Oh vamos cariño!- sonrió dulcemente el pelinegro acercándose a su pareja para darle un beso un poco posesivo, volteando a ver inmediatamente a las chicas que se encontraban en una esquina y no dejaban de mirar a su pareja -Quiero tener una salida con mi hermoso esposo, ¿puedes cumplir mi capricho?

-Creo que puedo hacer eso...- sonrió dulcemente acariciando la mejilla de su pareja, atrayendo su atención -Siempre y cuando me prometas que solo me veras a mi...

-¡Agh, porfavor no!- grito rápidamente el mas alto de todos -¡No es agradable ver a mis figuras paternas coquetear así!, ¡busquen un hotel!

Ambos saltaron una risa burlona al ver como su amigo intentaba alejarlos un poco de él.

Quedate Una Vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora