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CONTINUACIÓN DEL CAPITULO 7

Te habías recluido en una cueva creada por ti misma en una montaña, dónde habías dejado un agujero en la tierra para que entrara el sol, la cueva era él cause de una pequeña cascada de agua cristalina en la que sobresalía una pequeña isla en la qu...

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Te habías recluido en una cueva creada por ti misma en una montaña, dónde habías dejado un agujero en la tierra para que entrara el sol, la cueva era él cause de una pequeña cascada de agua cristalina en la que sobresalía una pequeña isla en la que ahora llorabas mientras abrazabas tus rodillas día y noche. Extrañando a tus amigos del campamento mestizo.

Te arrepentías de haberles mentido a todos, quería ir y disculparte con tus amigos, pero estabas aterrada, no quería ir al Olimpo, no después de que asesinaran a la última diosa de la tierra, con justa razón, pero si eras sincera dejaba un alarmante precedente.

Durante el tiempo en el que estuve en el campamento se me enseñó sobre la historia griega, y sabía muy bien el carácter de los dioses, además del gusto de Zeus por ofrecer a las diosas a sus hermanos o casarlas por la fuerza por conveniencia.

Sabía de sobra que había muchos dioses principales solteros en el Olimpo, y no quería Hera, la reina de todos los dioses, te arreglaran un matrimonio con alguno de los dioses solterose que le simpatizara para mantenerte bajo su control.

La sola idea le horrorizaba.

Lo único bueno de estar sola y aislada era que pudo práctica con sus poderes sin el miedo a que la descubrieran. Bueno, si ese día se levantaba con ánimos de moverse, a veces solo se quedaba sobre la grama y flores, y dormía todo el día. Estaba tan triste que apenas y abría los ojos o dejaba que le diera el sol.

--Nico...-- gruñó para sí misma, jalando su propio cabello de la impotencia.

Las flores que había en su cabeza se marchitaban y caían, en general tenía un aspecto enfermizo.

Se sentía muy culpable, demasiado, cada que recordaba el rostro de su amigo viéndola como si no la conociera le estaba torturando. Pensaba en él todo el día, todos los días.

Lo reflexionó tanto que creía que se volvería loca.

Avécese se llenaba de energía y estaba decidía a ir a buscarlo, luego se arrepentía, pensaba en como el chico la rechazaría por mentirle, lloraba y volvía a deprimirse todo el día.

Le había mentido

Engañado

Y ocultado su verdadero estatus como diosa.

No le sorprendería que Nico no quisiera volver a verla nunca jamás. A él no le gustaban las mentirosas, ya nunca volvería a tener su confianza; no más a dar caminatas con él por el bosque, tampoco comerían juntos todos los días ni platicarían en la azotea de su cabaña, ya no volvería a besarle...

Mi corazón se encogió en mi pecho, me dolía, cómo si alguien lo atravesará con una daga.

Solté un sollozó haciendo que la tierra a mi alrededor se sacudiera, me dolía el corazón de solo creer que Nico me odiaba.

ONE SHOTS|• Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora