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Hijo de Poseidón.

Los trenes no son seguros para los semidioses

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Los trenes no son seguros para los semidioses.

 Ya lo sabía, lo había aprendido a la mala con el tiempo.

 Los túneles estaban infestados de monstruo, pero no me quedo de otra, era esto o un vagabundo mañoso que me perseguía y me lanzo ácido al brazo. Había oído que los vagabundos en New York eran un tanto agresivos, pero esto era demasiado, la entrada del metro fue lo primero que vi para esconderme y como estaba en la hora pico creí que el lugar estaba rebozando de gente. Y estaba en lo correcto, supuse que podría pasar desapercibido entre todas esas personas. Entre en el primer tren que vi sin fijarme a dónde iba y me senté en la silla junto a la puerta, cerré mis ojos y me permite respirar.

 Me sentía apaleado, incluso si lo intentara no tenía energía para seguir escapando. 

 Sujete mi brazo izquierdo sintiendo que en cualquier momento se iba a desprender de mi cuerpo, dolía como el infierno, quemaba y palpitaba como si tuviera vida propia.

Hacía frío en el tren y se mecía de un lado al otro de forma alarmante, no sabía cómo los mortales eran capaces de utilizarlos.

Hacía frío en el tren y se mecía de un lado al otro de forma alarmante, no sabía cómo los mortales eran capaces de utilizarlos

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 -- Mierda...-- Sisee adolorida, echando la cabeza hacia atrás. 

 -- Parece que tuviste un mal día. 

Mis ojos se abrieron de golpe al escuchar una voz joven y masculina, baje la cabeza y justo frente a mí se encontraba un adolescente completamente vestido de Negro. Traía puesto una camisa de cuello de tortuga con mangas cortas y un diseño de costillas blancas en su pecho, pantalones oscuros y botas negras al estilo militar, y una chaqueta verde oscuro con el borde superior como de pelaje color crema que estaba caída al nivel de sus codos; cómo si se hubiera resbalado de sus hombros y le diera igual acomodarlo.

 En cuánto lo vi pude jurar que la temperatura del lugar descendió dramáticamente.Era joven, tal vez dos años mayor, tenía la piel pálida como si nunca le hubiera dado el sol y ojos oscuros y opacos, cabello revuelto y ondulado de color negro, algo cortó. 

ONE SHOTS|• Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora