Capitulo 33. Secretos.

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Si no conoces mi pasado, no te atrevas a juzgar mis decisiones del futuro.

Bela:

Aún estaba dentro del auto y decidí bajarme para adentrarme al lugar. Sabía lo mal que estaba Lana y Arlen; Yo las encontré encerradas en ese lugar y mi alma se desgarró al ver Arlen media muerta y Lana desangrándose.

Ellas habían pasado por mucho en ese tiempo y estaba muy sorprendida pero a la vez orgullosa de su voluntad.

Sabía que esto traería traumas más adelante pero ambas tenían personas por las que vivir y salir adelante.

Cuando Ronan me contó sobre su sospecha del prostíbulo y me pidió ayuda eso me dejó impactada; Lógicamente fue difícil dar con ese lugar pero lo logré, cuando quise avisar fue imposible; Nunca me dejaron irme de nuevo y me quitaron todo tipo de comunicación que pude haber tenido.

Cuando vi a Lana la primera vez sabía que era una misión pero luego se convierto en algo especial; Nunca había pasado tanto tiempo con alguien fuera de mi familia.

Después vi Arlen y supe que debía hacer lo posible para que no abusaran de ellas; Yo he estado en esta vida casi toda mi vida y un hombre más o un hombre menos me daba lo mismo en estos momentos.

Entré por fin y me encontré la sala vacía a excepción de Ronan y un hombre alto al lado de el, el rostro de angustia de el revolvió todo mi estómago.

Me acerque un poco y recorrí mis ojos por el lugar tratando de encontrar a Elena pero no la vi cerca y la verdad era que tenía curiosidad por conocer a la mujer que ponía de rodillas al rey de la mafia.

–Ronan–lo llame una vez que estuve cerca–me tengo que ir pero sabes que me debes una muy grande.

–Supe que tuviste que dormir con esos hombres, no sabía que iba a suceder eso–me miro sin expresión alguna.

–Es mi responsabilidad, ademas nunca me acoste con nadie.

–¿Como?.

–Emborrachar a un hombre y noquearlo para que no recuerde nada es mi especialidad–mentí.

Había hecho esto con algunos pero con otros me fue imposible intentarlo, pero eso era algo que nadie tenía que enterarse. Yo misma me había buscado esto y tenía que responder.

El hombre que estaba a mi lado y frente a Ronan  silbó con aprobación haciéndome mirarlo fijamente.

Su mirada cálida inmediatamente inundó la mía y por alguna extraña razón no la podía apartar.

Su mala cara había desaparecido y ahora una sonrisa inundaba su boca.

Me extendió su mano e hice  lo mismo por inercia; su manos era suave como la seda y quise quedarme un rato más con este sentimiento.

–Me llamó alexander pero me puedes decir Alex.

Su hermano....

Ya lo conocía a travez de Ronan pero nunca lo había visto en persona.

–¿Como te llaman todos?.

–Alex, pero tú me puedes llamar alexander si así lo deseas.

–Un placer Alexander mi nombre es Bela.

Su sonrisa se extendió por su rostro aún más como si eso fuera posible, y mi estómago se retorció.

¿Que me pasaba?.

La Bratva #2 libro. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora