La Bratva #2 libro. [+21]

Capitulo 32. Al fin en casa.

Lana:

Había pasado cuatro días y aún no tenía noticas de Alex o Patrick.

No podíamos estar más tiempo aquí y aunque Arlen estaba más recuperada, sus manos aún temblaban sin control y sus ojeras era notables.

Esta droga no era como las otras y aunque ella trataba de ayudarse sola y redimirse eso era casi imposible.

Su sistema lo necesitaba para seguir y eso me aterró. No sabía que daño hacía lugar esas pastillas pero desde luego lo averiguaríamos pronto.

–Debes comer algo–me aconsejó Bela.

Ella se había convertido en una gran aliada, cada vez que querían que fuera con un cliente ella se ofrecía y claramente eso me hacía sentir peor.

En este lugar no encontrabas hombres guapos de telenovelas, estos hombres eran unos asquerosos y golpeadores  y por lo tanto era más difícil aún acostarse con ellos.

¿Saben lo difícil que es acostarse con alguien que te golpee a cada nada en el acto?.

Veía a Bela amoratada muchas veces y la rabia que sentía era inminente.

–No tengo hambre, creo que iré donde mi amiga–me levante de mi asiento pero me quede de piedra al ver Arlen entrando—¿que haces aquí?.

—Ellos dijeron que me podía unir a las chicas.

No eso no era posible.

–Eso no va a pasar, no harás lo que hago, no lo harás–salí rabiosa y toque el pequeño despacho aurora, al no recibir respuesta entre y la vi cabalgando encima de uno de los hombres que trabajaba aquí.

–¿Que haces pequeña estupida?–giro sin tenerse–sal de aquí ahora.

–No lo haré–me importaba una mierda su pequeño orgasmo en estos momentos–mi amiga Arlen no trabajará para ustedes por eso lo estoy haciendo yo.

–No estás trabajando ya que Bela lo esta haciendo por ti así que un pequeño intensivo no cae mal.

–Lo haré si la dejas tranquila.

–Hablaremos de esto en un rato ahora sal de aquí.

Salí dando un portazo y escuche como se ponía a gemir como sin nada segundos después.

Volví a la habitación y vi a Arlen hablar animadamente con Bela que la miraba con una sonrisa todo el tiempo.

–¿Que sucede?–preguntó Arlen una vez llegue.

—No dejare que hagas esto, trabajaré nuevamente para que no tengas que hacerlo.

–Pero yo estoy trabajando por ti—intervino Bela–no entiendo.

–No es suficiente para esta gente.

–Hoy tenemos presentación, trataré de distraerlos para que no se tengan que acostar con nadie.

–Bela estamos encerradas, no importa lo que hagamos hoy si mañana seguirá igual.

–Todo estará bien confía en mi, ahora terminen de comer y preparémonos.

–¿Yo igual?–pregunto Arlen.

–Es mejor estar juntas por si algo sucede–sabia muy bien a lo que se refería.

Terminamos que comer y nos levantamos para irnos a preparar. Se supone que hoy sería un show privado solo para los Díez más grande de la mafia. Hoy sería uno de los peores días, hoy no podría emborrachar a nadie tan fácil, hoy sería todo o nada.