La Bratva #2 libro. [+21]

Capitulo 37. Amistad rota.

"La gente sólo muere cuando la olvidan"

Elena:

–El algoritmo está mal, necesito que vuelvan hacer el expediente mucho mejor; Recuerden que se necesita excelencia cuando se trata de la vida de otra persona.

Todos asintieron y se marcharon quedándome así a solas con Katrina.

–Eres muy dura con ellos.

–Soy realista–tome los papeles que habían en el escritorio y los guarde en los folders –¿Que Crees que pasará cuando se encuentren cara a cara con un caso importante y no sepan cómo actuar?.

–Tienes razón–los pies de Katrina estaban tan hinchados que no sabía como caminaba, sin contar que apenas y cabía por la puerta con su tremenda panza.

–Deberías descansar.

–Falta dos semanas aún.

–¿Sabes que los niños se pueden adelantar verdad?.

–Eso no pasará, este chiquitín va a esperar.

–Me alegra que habrá un príncipe entre tantas mujeres.

–Así es–suspiro–¿como vas con Ronan?.

–Bien, creo que demasiado la verdad.

–Me alegro mucho, sabía que arreglarían las cosas.

–Créeme que me hace arreglarlas todos días.

–No quiero detalles y más cuando tengo que abstenerme al sexo con Jared por el dolor de espalda.

–No contare los detalles, ademas no hay mucho que contar; Ronan está en Rusia, y según sé regresa mañana.

–Eso me dijo Jared; ¿Crees que ustedes tengan que irse a vivir hasta allá?.

–No tengo ni idea, pero si el me necesita allá entonces lo apoyare.

–¿Pero y el bufete?.

–Estoy aprendiendo ruso y además seguiré viajando para acá cada que pueda.

–Aún así no será lo mismo sin ti.

–Deja de ser tan pesimista, aún no se si me iré.

–¿Sabes que Ronan es el jefe de mafia ahora verdad?.

–Lo se ¿cuál es tu punto?.

–Tiene más enemigos que nunca y sin contar que debe cuidarse el doble para que la policía no lo descubra. Ronan es hombre más poderoso e influyente de todos los tiempos y aunque suena bien, es bastante peligroso tener tantos ojos encima de ti.

–Lo tengo claro–suspiré–de hecho tengo más seguridad ahora, no puedo salir sin al menos una docena de hombres al igual que Amelia–acepte–pero yo estaré a su lado sin importar lo que venga.

–Esa es mi amiga–se puse de pies con dificultad y se acercó hasta mi–te amo demasiado, me alegro de verte tan feliz.

–Te amo mas–la imite y me puse de pies de pies para abrazarla.

Nos quedamos así unos minutos hasta que nos despedimos al fin.

–Nos vemos mañana.

–Quédate en tu casa, yo pasaré por allá si hay algún cambio.

–Vale mamá–se burló–cuídate mucho.

Salió por la puerta dejándome sola en la oficina.

Tomé la lapto y le hice una video llamada a Ronan.