Capitulo 8.Tiempo.

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Katrina:

Estoy estresada, mareada y con ganas de hacer pis todo el rato–suspiré–quiero ver a Elena–lloriquee a lo ultimo.

–No podemos hacerlo aún–respondió Lana–es obvio que algo la cambio y la traumatizo, por eso debemos de tener paciencia.

–Aún sigue siendo ella, lo noté cuando estábamos sola, el problema clave es Alejandro–continúo Arlen.

–La secuestro está claro, ese imbecil la cambio para mal–las lágrimas salían sin control al imaginarme mi pequeña Elena en manos de ese hombre.

Me imaginaba violandola y sentía la bilis a punto de salirme por la boca.

–Ronan hará algo lo se –aseguró Lana–ellos aún se quieren ya los vieron en piscina–comentó–Ronan no había sonreído desde hacía años como hasta ahora y algo que me dice que mi Elena tampoco.

–Debemos ser paciente, le avise a Max sobre lo de Elena y viene para el país. Escuchen bien–me acomode en la silla–faltan dos semanas para que se cumpla el mes, por lo tanto tenemos que impedir que el se la vuelva a llevar.

–¿Como haremos algo así?–preguntó Arlen.

–Es lo que no se –resople–debemos de inventarnos algo.

–¿Que tanto cuchichean?–apareció de repente Jared haciéndome enderezar.

–Cosas–respondí sin más.

–¿Podemos hablar un momento?–preguntó sin misionera saludar.

Era un mal educado.

–¿Es importante?.

–Bastante–me tomo del brazo y me hizo seguirlo.

Caminamos hasta llegar al estudio y luego cerró la puerta.

–¿Que sucede?–me cruce de brazos.

–Sabes que no tengo la culpa de tu embarazo ¿verdad? –se acercó a un y retrocedí un poco más.

–No te quiero cerca, aléjate.

–Así es desde que estas embarazada, me puse averiguar y el aumento de la progesterona y la gonadotropina, pueden hacerte sentir más sensible.

¿El que?. ¿De donde este hombre sacaba tanta mierda padre santo?.

–Estoy bien solo necesito que me dejes en paz.

–Me rechazas desde el embarazo, no puedo estar normal cuando lo que más deseo es apoyarte y amarte y se que prometí ser paciente pero te extraño en todos los ámbitos–suspiro frustrado–extraño abrazarte toda la noche y que tu pelo se pegue a mi cara–dio un paso hasta mi haciéndome retroceder–extraño hacerte el amor y Dios sabe que lo último es cierto.

–Ve y acuéstate con una puta y déjame en paz.

–¿Por que querría acostarme con otra mujer cuando tengo lo que necesito en mi casa?–alzo la voz haciéndome dar un respingo–¿no entiendes que no puedo mirar a otra mujer con deseo como a ti?–dio otro paso y me aprisiono contra la mesa de la oficina–ni siquiera se me para con otra mujer ; No se si me hiciste brujería pero no deseo ni por asomo enterrarme en otra mujer que no seas tú.

Sentí su cercanía y lo mire directamente a los ojos con rabia.

Lo odiaba, no sabía por que pero lo odiaba.

Su mirada cayó a mi la labios y se acercó para besarme pero antes de que eso pasara levante la rodilla y le di en sus partes nobles.

—¡Ya te dije que no me tocarás!–grite.

La Bratva #2 libro. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora