Capítulo 13 .Embarazo a toda costa

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Alejandra:

–Papá ya te dije que lo estoy intentando pero no quedó embarazada, debes darme tiempo.

–Alejandra me estás diciendo lo mismo desde hace cuatro años, si esa mujerzuela volvió olvídate de que Ronan te vuelva a tocar.

–Está vez será diferente padre y si para eso debo hacer una locura lo haré.

–¿De que diablo estás hablando?.

–Tengo en la mira al rey de mafia y para mayor placer creo que le gusto.

–¿Estas segura?.

–Bastante, creo que se que haré respecto a Ronan y el embarazo.

–Bien, así me gusta hija que comiences a pensar en grande.

–Te voy a dejar por que Ronan está por llegar y lo quiero recibir bien–colgué la llamada y comencé arreglarme lo mejor que pude en el espejo.

Hoy tenía una bata negra de satin con un encaje del mismo color que sabía que le iba a encantar.

Debía hacer hasta el último intento con Ronan por que en este punto estaba enamorada de él y no se lo dejaría a la vagabunda aquella ni muerta.

Alejandro era un hombre guapo, rico y con poder pero Ronan siempre sería mejor para mi.

Escuche pasos en la escaleras avisándome que el estaba subiendo.

Termine de rociarme perfume y me senté en la cama para esperarlo.

–Hola amor–salude una vez entró.

–¿Por que rayos estás así vestida–me dio una mirada extraña.

–Quería sorprenderte ¿no te gusta?.

–No estoy para pendejadas en este momento, acabo de llegar de New York y estoy agotado.

–De seguro acostándote con alguna zorra, eres despreciable–no pude contenerme más y estallé.

–Eso a ti no te debería de importar, consigue quien te folle por ahí y déjame en paz.

Entro al baño y cerro de un portazo. A los minutos comenzó a caer el agua avisándome de que estaba bañándose.

No sabía que más hacer para que me deseara, intentaba cada cosa y aun así me despreciaba, era como si viera su peor pesadilla en persona y no me explicaba por qué.

Lo deseaba, Dios sabía deseaba a este hombre desde el primer instante en que lo vi y no lo dejaría escapar nunca así el no quisiera.

Espere veinte minutos hasta que saliera del baño y cuando lo hizo solo venía con una toalla blanca alrededor de su cintura mientras le caía pequeñas gotas de agua por su rostro.

Se deshizo de la toalla y se enfundó en unos bóxers negros como de costumbre, después de eso tomo otra toalla y comenzó a secarse el pelo para después dejarlo todo en la canasta sucia.

Me levante de la cama y me puse detrás de él para continuar con mi seducción. Comencé a besarle la espalda aún húmeda por el baño. Su cuerpo comenzó a tensarse pero no me detuve, en vez de eso saqué la lengua y se la pase por la espalda para luego chuparle esa misma área.

Con mis uñas toque sus abdomen desde atrás y estos se endurecieron mucho más.

Tener este hombre era un sueño pero mucho más al saber que era mío completamente, no de Elena, no de esas zorras, solo mío y así seguiría.

Fui descendiendo mis manos poco a poco hasta llegar a su miembro, una vez ahí se lo tome por encima del bóxers y se lo masaje lento.

–Déjame hacerte feliz esta noche–le susurré desde atrás.

La Bratva #2 libro. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora