05. Te veo triste

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Sakura se acercó a la puerta de la casa de Naruto, golpeando con impaciencia mientras el tiempo seguía corriendo. Finalmente, la puerta se abrió, revelando a Naruto con una expresión de sorpresa.

—¡Uy, Tonto Naruto, llevo casi 30 minutos tocando la puerta! Tú eres un...

—Toma —dijo Naruto, lanzándole una llave.

—¿Para qué es? —preguntó Sakura, alzando una ceja.

—Es la llave de mi casa. La próxima vez, usa esto y no toques varias veces mi puerta. Es molesto —respondió, cruzándose de brazos.

—¡No, tú eres el molesto! —replicó, señalándolo.

—Sí, sí, ya vámonos, se nos hace tarde —dijo, dando un salto hacia uno de los techos de las casas y volteando para mirarla—. ¿No vienes?

—Mm, bien, hacia arriba entonces —dijo, resignada. Le hubiera gustado dar una vuelta con él, pero como él no se despertó antes, ya no era posible. Saltó y comenzaron a correr juntos sobre los techos en dirección a la oficina del Hokage.

—Naruto, ¿puedo decirte algo?

—Sí, ¿qué es? —contestó, disminuyendo un poco la velocidad y acercándose a ella.

—Es que yo... lo que quiero decirte es que... —Sakura dudó. No podía confesarle a Naruto que había besado a Sasuke, ya que eso podría herirlo y no quería perder su confianza. ¿Qué debía hacer?

—¿Qué pasa, Sakura? —preguntó con preocupación.

—No, no es nada. Solo quería decirte que en dos días saldré de la aldea.

—¿Una misión? —preguntó, alzando una ceja.

—Más o menos. Iré a encontrarme con mi maestra. Kakashi dijo que usó una excusa para volver a verme; en vez de llamarse una misión, se podría decir que es más bien una visita.

—¿La abuela Tsunade? —preguntó con una sonrisa.

—Sí. Ella dejó la aldea hace mucho tiempo y le pidió al Hokage que le enviara algunos documentos que son absolutamente muy "importantes" para ella. Por eso deben estar en mis manos para que no sean robados. Además, estoy muy emocionada por volver a verla también.

—Je je, estoy tan contento, Sakura. Tenías ansias de verla una vez más.

—Tsunade-sama es mi maestra y yo, su discípula, tenemos un vínculo, al igual que los demás amigos tienen con sus maestros —dijo Sakura con una sonrisa.

—Eso es cierto. Saluda a la abuela por mi parte, por favor —dijo Naruto, y Sakura asintió.

—¿No irás a despedirte de mí? —preguntó con un tono algo triste.

—Lo siento, pero estaré ocupado ese día.

—Entiendo —dijo Sakura, ofreciéndole una sonrisa. Naruto hizo lo mismo, pero mientras observaba cómo se alejaba, su sonrisa se desvaneció. 

Ella recordó lo que pasó en el hospital después de una larga jornada. Había revisado a los heridos y operado a uno con graves lesiones en el brazo y la pierna. Exhausta, deseaba regresar a casa para descansar. Al salir del hospital, escuchó su nombre.

—Sakura —la voz de Sasuke la hizo girar.

—¿Sasuke...? —preguntó, sorprendida.

«Esto es extraño. ¿Qué hace él aquí?» pensó Sakura.

—Debemos hablar.

—¿Así? Bueno, ¿de qué se trata? —inquirió, aunque se sentía incómoda.

—De tu relación con Naruto. Debes terminar con él.

No quiero perdete |NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora