16. El secreto nunca fue un secreto

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Sai creó algunos pájaros para que Sakura y Hinata vinieran en uno, Sai y Shikamaru en los otros dos. Cuando se alejaban, Hinata miró las espaldas de Naruto y Sasuke, quienes luchaban juntos contra el Otsusuki, juntos como lo habían hecho años antes en la guerra ninja.

—Vuelvan a casa —susurró, con los ojos cristalizados, se desvió a Sakura, que estaba pálida y mantenía el ceño fruncido, consciente de lo que estaba sucediendo— No morirás, no permitiré eso.

—Hinata... Está bien... —la peliazul arqueó las cejas sorprendida— Lo he estado reteniendo, era inevitable que sobreviviera tanto tiempo —sus ojos entrecerrados la miraron como si estuviera tratarando de transmitir todo lo que ella queria decir con solo una mirada— Lo siento por lo que hice... Yo sabía de tu amor por él. Te traicioné.

—¡Cállate! —Hinata exclamó sorprendiendo a los presentes— Vas a estar bien, tienes que estarlo, por Naruto, Sasuke, por todos. No voy a perderte. Eres mi amiga.

—¿Después de todo?

—Después de todo —sonrió conteniendo las lagrimas, el pasado no era importante, ahora lo más importante es la vida de una amiga.

Una lagrima cayó del ojo derecho de Sakura, cerró los ojos mientras recordaba los momentos que pasaron juntas, el recuerdo de Hinata confesándole su amor a Naruto. La pelea con Pain pudo identificar claramente sus sentimientos por el rubio.

—¿Y si él está enamorado de otra persona? ¿Lo dejarías ir? —le preguntó la joven Sakura a la joven Hinata, ambas se sentaron en lo alto de una colina y miraron hacia el mar para ver pequeñas canoas navegando allí.

—Mientras él sea feliz, creo que podría soportalo, solo por él —se levantó de la colina y comenzó a subir un poco hasta llegar al camino estable.

—¿Hinata?

—Eres una buena amiga Sakura, quiero que tú también seas feliz.

Lentamente abrió los ojos y vio el rostro de Hinata.

—Siempre lo supiste, ¿no? —susurró tan bajo que no fue escuchada, sonrió con tristeza, Hinata sabía de su enamoramiento por el Uzumaki y se había hecho a un lado por ella.

Porque era su amiga.
Ella renunció su propia felicidad por la suya.
Realmente la amaba demasiado.

—El secreto nunca fue un secreto, ¿eh?

Se desmayó, Hinata le habló, sin embargo no funcionó, lo importante es que la hemorragia se detuvo y solo faltaba retener el proceso que provocó la vara en el cuerpo de Haruno. Si lo veía de cerca esa parte de su anatomia se veía que se estaba dañando. Luchó para mantenerlo a raya, tratando su chakra a medida que disminuia.

—Pude detener la hemorragia —los chicos se pusieron felices y Shikamaru abrió el portal para entrar en ella y aparecer en la Tierra— Pero... —ambos chicos volvieron a ella que aún no había terminado de hablar— Se está muriendo.

—¿No dijiste que detuviste el sangrado? —preguntó Shikamaru con ansiedad.

—Sí, pero su salud sigue en riesgo. La vara con la que fue traspasada causó algo irreparable. El byakugou es lo único que la mantiene con vida, así que estoy trabajando con su chakra en este momento. Debido a esto, la desapareción de su cuerpo es lenta. Una vez que recupere el control del byakugou no jutsu, podrá ser bueno, pero todavía tiene que vivir con el por el resto de su vida, como lo hizo todos estos años.

—¿Qué quieres decir?

—Lo tiene desde la cuarta guerra ninja, la señora Tsunade debe saberlo, ella es su maestra, así que debemos llegar urgentemente a Konoha o perderemos a Sakura.

No quiero perdete |NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora