No quiero perdete |Naruhina

12. La amo a ella

Sasuke había vuelto cuando la Tierra estaba siendo amenazada nuevamente, en su mente solo estaba Hinata, ¿estará bien? Debió haber llegado antes como le había prometido, ahora ella estaba en problemas y no podía ir a su rescate y dejar a la Tierra desprotegida. Kakashi tenia la idea de lo que estaba pasando con el joven, así que lo dejó ir.

—¿Estas seguro que puedes arreglártelas sin mi?

—Tienes un asunto que hacer, creo que esto no es más importante, ve.

Su corazón latió rápidamente cuando llegó a la luna, no tenia idea de donde empezar, la luna era enorme, pero ya estaba a mitad del camino, no podía retroceder.

—Te salvaré —susurró cuando de lejos vio un gran castillo.

Hinata miró por la ventana, los guardias habían quedado fuera de la habitación. Entonces, aprovechó para salir y buscar lo que había recordado sobre lo que sucedió con el anciano, pero cuando lo encontró, se percató que se trataba de muchos Byakugan reunidos en un circulo gigante.

Cuando estaba por destruir ya que era la única que podía detener su curso, pero Toneri sabía su plan, y por su cuenta se atrevió a enfrentarse a su futuro esposa, después de una pequeña discusión y peleas, el chico la agarró de la muñeca acercándola a él, autoritaria.

—¿Piensas engañarme, Hinata?

—Escúchame, esto no debe ser así, estás cometiendo un grave error.

—¡Cállate! Mi futura esposa me ha dado la espalda, por lo tanto, tendrás un castigo, y para que no vuelvas a traicionarme, me encargaré de que siempre estés a mi lado.

—¿Qué haces?

La llevó al otro lado del castillo, lejos de su hermana, en la cual seguía durmiendo. Toneri en cuando la metió a la habitación, abrió sus ojos por lo que estos ya estaban activos ese poder que tanto anhelaba.

—Toneri, tus ojos.

—Hinata, ya que seremos marido y mujer, ¿por qué no nos pasamos esa tradición de conservar la pureza antes del matrimonio?

—No, primero debes escucharme, para luego tu tomes una decisión, vamos, no bromees con esto.

Pero él no estaba en juego con ello, entonces sucedió, esa vez fue la peor noche que pudo tener ella, obligada en algo que no quería participar.

Ella estaba asqueada, se metió al baño y se restriega con sus manos todo su cuerpo con fuerza, lastimándose en el proceso.

—Lo odio, lo odio, lo odio... ¿Por qué...? —se repetía así misma mientras lloraba destrozada, y esas lágrimas se perdían por el agua. No quería salir del baño, él no era una persona sino que era un monstruo. Ella nunca lo perdonaría, se atrevió a tocarla, y ella se atrevería a hacer mucho más que solo detenerlo para que no destruya su hogar y la de otros— Sufrirás más que yo, Teneri —con un semblante que no reflejaba alguna emoción, salió de la bañera y lentamente fue colocando una ropa nueva en su cuerpo. Iba a abrir la puerta, pero se detuvo, usó su Byakugan y él aún seguía en la cama, apretó las manos hasta lastimarse, miró sus palmas y en ellas salía un poco de su sangre—. Nadie más me ha hecho tanto daño más que tú, no soy capaz de perdonarte. Y no pienso hacerlo.

En su interior estaba muriéndose de miedo y de falta de confianza, sabía bien que no era lo suficientemente fuerte, pero es lista, no tiene porque usar la fuerza bruta para conseguir su objetivo.