04. Vuelve Sasuke

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Seis meses habían pasado desde que Naruto empezó a tener extraños sueños con Hinata. En esos sueños, se encontraba en medio de la batalla contra Pain, y aunque Hinata le decía algo, cada vez que despertaba, no recordaba ni una palabra. Sin importar cuánto se esforzara, las palabras se desvanecían en su mente, y solo quedaba la sensación de que era algo importante. Había intentado hablar con ella varias veces, pero siempre encontraba una excusa, mencionando que debía atender asuntos de su clan o que tenía misiones pendientes. Naruto estaba decidido; la próxima vez que estuviera a solas con ella, aprovecharía para preguntarle sobre ese día.

Ahora, caminaba de regreso a Konoha junto a Hinata después de una misión. Era la primera vez en mucho tiempo que ambos estaban solos en una misión, sin la compañía de otros ninjas. A pesar de que se sentía nervioso, también experimentaba una sensación de felicidad que no podía explicar.

-Naruto -la voz suave de Hinata lo sacó de sus pensamientos.

-¿Sí? ¿Qué pasa? -respondió.

-Está oscureciendo y parece que pronto va a llover -dijo ella, señalando el cielo gris-. Deberíamos buscar un lugar donde cubrirnos.

Naruto asintió, y poco después, la lluvia los sorprendió, obligándolos a buscar refugio. Encontraron una pequeña cueva, donde encendieron una fogata para calentarse.

-¿Tienes frío? -preguntó al notar cómo Hinata frotaba sus brazos.

-Puedo soportarlo, no te preocupes -respondió ella, algo distante. Eso lo sorprendió, Hinata normalmente era más suave y cariñosa. Estaba acurrucada, con las manos extendidas hacia el fuego, pero claramente el calor no era suficiente para combatir el frío. Naruto se sonrojó al fijarse en lo ligera que era la ropa de misión de Hinata, y sin pensarlo mucho, se quitó la chaqueta y la colocó sobre ella- Ya te dije que no te preocupes por mí -Hinata intentó quitársela, pero Naruto la detuvo.

-Déjalo, tienes frío. Con esa ropa cualquiera lo notaría -dijo con un tono sincero. Los ojos de Hinata se agrandaron, sorprendida por el comentario-. ¿Te sorprende que me haya dado cuenta de tu traje? No soy tan despistado, Hinata.

Ambos se sonrojaron. Ella desvió la mirada hacia el fuego, frunciendo el ceño.

-Gracias -susurró, apartándose un poco, recostándose contra una roca.

-De nada... -Naruto se sentó cerca de ella, el silencio entre ambos se volvía incómodo-. ¿Estás enojada por lo que dije? -preguntó con cautela.

-No lo estoy -respondió, aunque su tono parecía distante.

-Entonces, ¿qué te pasa? -insistió, sin poder ocultar su preocupación.

-No te entiendo -respondió, sin mirarlo.

Naruto suspiró y miró las llamas de la fogata. Finalmente, se atrevió a preguntar lo que lo había estado atormentando por tanto tiempo.

-¿Por qué me has estado evitando, Hinata? Siempre tienes una excusa cuando quiero hablar contigo. ¿Es por mí? -preguntó en voz baja, su tono reflejaba la tristeza que llevaba dentro.

Hinata suavizó su expresión. -No te estoy evitando, Naruto... Solo he estado ocupada. Seré la próxima líder del Clan Hyuga, y necesito prepararme.

No quiero perdete |NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora