- 🗝️ CAPITULO 6 🗝️ -

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🗝️ Antes de comenzar con este nuevo capítulo quiero advertir que tendrá lenguaje vulgar, demaciado. 🗝️

Narra Elizabeth

Me encontraba alistándome para una noche inolvidable, traía puesto una mini falda que dejaba todo mi trasero a la vista y un sostén diminuto que no dejaba nada a la imaginación junto a unas medias que le daban el toque a mi traje.      

Hoy no solo bailaba para Meliodas si no para todo el bar porque así lo había decidido Ban. Con mi cabello suelto y maquillaje extravagante salí a la tarima.
Dónde todos los hombres tenían un alboroto pero mis ojos solo se centraron en el rubio que me miraba desde es sofá acompañado por un joven parecido a él.

« ¿hermanos? » no le di mucha importancia al tema y solo continue caminando con seguridad a la mitad de la tarima adueñándome del show; sacudiendo mis cadera y abriendo las piernas mientras me tocaba de forma indecente.

Los hombre se volvían locos y Meliodas solo relamía sus labios," Me encanta lo que produzco en él» me arrodille con mis piernas abiertas mientras subía y baja mi trasero, me levanté agarrando el tubo al cual le di una vuelta antes de bajar de la tarima.

Quería ver qué tan posesivo podía ser Meliodas, probar sus celos y enfrentar las consecuencias que traía el provocar su ira. Me gusta jugar con fuego y eso haría está noche.

Me acerque a su mesa restregando mi trasero en su cara pero no le preste mi atención solo la dirigí a su acompañante.— ¿Como te llamas cariño?

Abrí mis labios rojos con sensualidad mientras me sentaba en el regazo del cabello plateado — Estarossa... — sus palabras eran casi balbuceos, su erección golpeó con mi intimidad y casi idiotizado se acercó a mis labios.

Esperé su besó con los ojos cerrados pero el demonio posesivo a mi lado no lo permitió y agarrando mis cadera me sentó sobre la mesa. — Hermanito quiero que quede claro que está stripper solo me pertenece a mí.

Llevo mis cadera con brusquedad a las suya sintiendo esa erección que me mojó de inmediato, podía notar su ira en cada caricia que daba; sus beso parecían querer arrancar mi piel sus manos apretaban de forma brutal mi trasero logrando que ardiera en el acto.

Besaba mi cuello y mordisqueaba el lóbulo de mi oreja — Querías provocarme, ahora vas a conocerme.— sus palabras solo me excitaban más de lo que estaba y el calor en mi cuerpo era insoportable.

Mi pudor se había desaparecido y solo quedaba está sed de sexo que me tenían al borde, con los ojos empañado veía el morbo del aquellos que nos rodeaban pero me valía, yo solo quería que está hombre me hiciera suya.

Sus besos bajaban y destruyó mi sostén dejando mis senos al aire, los manoseo casi queriendo arrancarlos, acostó mi cuerpo sobre la mesa y se llevó uno de ellos a la boca mientras el otro era apretado con brusquedad con su mano.

Mis manos viajaban por su espalda cubierta por su camisa la cual era arrugada por mis uñas, mi boca estaba echa agua y mi cabeza se inclinaba hacía atrás logrando ver la cara de deseo de su hermano.

Él echo mis bragas aun lado mientras sacaba su gran erección, la tomo y llevo a la entrada de mi sexo y enteró de una estocada; subió mis piernas a su hombro logrando mayor acceso.

Mi cuerpo se movía al compás de sus estocadas al igual que mis senos al aire que no dejaban de rebotar en su rostro. Estaba por volverme loca era demasiado voltaje; el morbo provocado en los presentes me tenían más excitada y mi boca se abría por si sola formando una "O".

— Aahhh Meliodas. — sentía que podía tocar el cielo con las manos, Meliodas no solo se centró en sus penetración sino que también chupaba mis tetas como si su vida dependiera de ello; mordisqueaba mis pezones que ya ardían pero no quería que él parará.

Mi saliva estaba por salirse de mi boca de tan deliciosa sensación, mi punto más sensible restregaba con su abdomen bajo dando más intensidad, no podría con tanto, mi derrame se dio de forma explosiva mojando todo su cuerpo de cintura para abajo.

Quedé sobre la mesa con el pecho subiendo y bajando desesperado por aire, mi lucidez era confusa y aún no asimilaba lo que sucedía acababa de tener uno de mi mejor orgasmo.

Para el insaciable de Meliodas no había sido suficiente y aún quería seguir marcando territorio, tomo mis cadera y me bajo de la mesa colocando mi trasero con la vista hacia él volviendo a penetrar.

Tomo con fuerza un puño de mi cabello logrando que levantara mi rostro sudoroso y mirara directamente a Estarossa. — mira Estarossa y todo los presente, está stripper solo le pertenece a Meliodas el dragón de la ira.

Mis tetas se encontraban pegadas a la madera de la mesa y no sé si era masoquista pero esas palabras solo me excitaban más, sus embestida hacían que mi abdomen bajo golpeara contra el borde «Sexo duró» sexo que a esta masoquista le encantaba.

Me derrame por segunda vez y ya sentía vergüenza por lo mucho que salía de mí, en qué momento me volví tan ninfómana, como pude a ver tenido sexo delante de tantas personas.

Cuando mi cordura volvió mi pudor también cubrí mis senos y mire con rabia a Meliodas, aún yo lo había provocado «Dios, padre» uno excitada no piensa, ahora me encontraba con todo el cuerpo adolorido como si un camión le fuera pasado por encima y con la mirada enfermas de todos los del lugar.

— bravo que espectáculo — Ban se acercaba dando aplausos — Meliodas tendré que contratarte de stripper a ti también — soltó una carcajada que se escuchó en todo el lugar mientras Meliodas lo miraba con frialdad.

Yo solo podía tapar mis senos y mirar a el piso, no podía con la vergüenza Meliodas tomo su abrigo y se dirigió a la salida «¿Está molesto?» creo que me pasé. Lo seguí. — Meliodas...

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Holis aparecí 😳 lo siento se que les a gustado está historia solo que no e tenido la inspiración para seguirla pero haré lo posible para continuarla 🤧 espero le sigan dando apoyo lo quiero mucho.

Y les advierto que el contenido de esta historia no será para nada lindo, así que está en preparado para cualquier cosa.

LA STRIPPER || MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora