NARRA MELIODAS
— ¿Que te molesta más?... Ser engañado por una teniente o, por la mujer de la que te enamoraste.
«Que maldito>»quise voltearme y darle un balazo en la frente por su osadía, pero Ban era experto en llevarte al limite.
cerré la puerta de tras de mi y no le di importancia alguna a su pregunta. Que ofensa... Elizabeth había sido un buen polvo, que ya no se repetirá por su estupidez, ha cometido un error que incluso le costara la vida. Conmigo no se juega y creí a verle advertido, al parecer no le importo, así como no me importara esta noche...
Después de todo no era tan inteligente o simplemente estaba segada por sus capacidades, creyó tenerme por mis comportamiento posesivo. Yo estaba loco por su cuerpo, ella genero una obsesión en mi; y las obsesiones mata.
Yo tenia presente que su comportamiento la llevaría a morir en mis manos, mi desarrollo afectivo solo seria momentáneo y cuando tuviere lo suficiente de ella, acabaría con mi debilidad.
Subí a las camionetas blindadas que envió mi padre, mis hombres iban armados como nunca, no podíamos confiar en la mafia que buscaba acabarnos.
El camino se me hizo eterno, pero al final llegamos a la misión con aspecto antiguo que era habitada por los arcángeles, el lugar estaba plagado de seguridad, podía diferenciar el personal de cada mafia; ya que tenían un distintivo en su uniforme.
Sali de la camioneta con mis hombres al rededor entre al lugar y me encontré con una fiesta, al parecer les alegraba encontrar una infiltrada de muchos que debemos tener. mediocres.
— Meliodas Demon o mejor conocido como "el dragón de la ira".
Ya me daño la noche este ridículo con mascara, como si no tuviera suficiente.
— Seriel que gusto verte. vayamos al grano ¿que haremos con la infiltrada? tengo pendientes importantes por terminar.
— No seas afanoso Meliodas toma un trago, nos vimos en la molestia de castigar un poco a la stripper para la satisfacción de la mafia, disfruta del espectáculo.
Estos malditos solo lograban hacerme perder el tiempo. tome a ciento y bebi uno que otro wiski mientras observaba sus estupideces.
NARRA ELIZABETH
Cuando quise dar la vuelta y irme tope con un fuerte torso desnudo y cuando alce mi cabeza pude sentir como el corazón quiso salta por ella. El pánico me invadió y quede rígida como estatua observando el imponente hombre en frente de mí, quisiera poder decir que memorice cada una de las facciones de su rostro pero por desgracia llevaba la maldita mascara.
— ¿Quieres jugar?. -— Trague fuerte y el miedo se apodero de mi.
Este hombre me atrapo en sus brazos y me arrebato mi dispositivo de las manos, pegue un codazo en su estomago logrando zafarme y emprender la huida, pero otro de los sujetos amenazo con un arma cuando quise catar victoria.
— ¿A donde crees que vas? ¿Que tiene en ese dispositivo Tramiel?
El aire me quedo atorado en el pecho y mi corazón empezó a latir desbocado, un sudor frio empapo mi frente cuando el hombre frente a mi reía mirando las pruebas en sus manos.
— Acabamos de atrapar a una teniente infiltrada Sariel.
El Seriel se acerco a mi, enterrando el cañón de su arma en mi barbilla y dijo:— Que suertudos somos.
Tramiel me tomo de los brazos y casi a rastra me llevaron con ellos. No puedo negar que estaba temblando por la situación, pero debía mantener mi mente serena, no podía desaprovechar ninguna oportunidad de huida.
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LA STRIPPER || Melizabeth
FanfictieResulte de stripper en un bar. Mi misión es atrapar al dragón de la ira, pero durante el tiempo que estuve en sus garras fue suficiente para cambiar mi vida. Es un hombre hostil, al que no se le lleva la contraria, orgulloso y capaz de castigar a la...