Tomo el ascensor y antes de que las puertas se cerrará metí mi pierna entre ellas, pudo ser el brazo pero lo hacía para provocar a Meliodas: — veamos cuánto resistes.
Entré soltando la camisa y pegue mi espalda a las paredes de ascensor, mire de reojo a Meliodas que tenía sus manos en los bolsillos del pantalón «no se inmuta en mirarme» saco un cigarro de su bolsillo, lo encendió y llevo a su boca.
Re lamí mis labios y estiré mis brazo — regálame una calada — pedí. él con desinterés me lo dio, mientras no apartó su mirada de mi boca.
Tome el cigarro entre mis dedos llevándolo a mi boca, di una calada suave y sensual. Expulsé el aire bajo las miradas de Meliodas en mis labios y dije: — un beso indirecto. — reí en bajo con coquetería.
— No vas a lograr nada — Dijo serio y aprovecho que las puertas del ascensor se abrieron para salir, «e soportado entrenamiento desde mis 5 años bajo los peores climas, Meliodas no me quedarás grande»
Su apartamento enorme con una vista increíble y con lo último en decoración. no me sorprende porque siempre e estado rodeada de estos lujos ya que mi madre es la más alta jerarca de la milicia y desde niña me a llevado a trote para ser como ella.
— No te creo — voltee los ojos y crucé mi brazo.
Siempre e tenido lo que quiero pero nunca una familia. A padres como los mío solo les importa ver qué sus hijos lo superen y como es mi caso, desde los cinco años e recibido una educación en campo de batallas. los últimos tres años solo se han centrado en pulir mi belleza como arma de seducción «Con mis técnicas puedo tener a cualquier hombre a mis pies»
— Quieres que te demuestre que primero caes tú. — temblé con sus palabras y temí por mí.
Se acercó como depredador y me acorraló contra el mesón de su cocina, sus ojos no dejaban de mirar los míos y con una sonrisa torcida se dirigió a mí oído — soy Meliodas el dragón de la irá, también se seducir.
Como una tonta empecé a hiperventilar y sentí una presión en mi estómago que me hizo temblar «¿no se supone que yo lo tengo a él?» — ¿Y qué harás...? — pregunté con la respiración agitada y Meliodas respondió — te haré suplicar...
Un suspiro se escapó de mis labios al sentir la dura erección en mi entre piernas y los beso de Meliodas en mi cuello; paso su mano por mi senos descubierto y lo apretó con fuerza. Alzó su rodilla a la altura de mi intimidad y empezó con roces suaves en ella, atrapo mis labios y beso con rudeza, los mordió y chupo a su antojo.
Su mano subía por mi espalda y quitaba la camisa que aún me cubría mientras yo no dejaba de juguetear con su cabello rubio, «¿Quién está siendo seducida?» en estás instancias creo que yo.
Meliodas tomo mi trasero, para subirlo a la barra; sus manos no dejaban de apretarlo y dirigía su boca a mis senos los cuales chupó cómo colombina. — son tan adictivas que podría chuparlas toda la vida.
— Mmmm — mi conciencia se había marchado y no sé si estaba en el cielo pero estaba viendo nubes. Mis cadera se movía sola y me urgía que Meliodas me penetrara, estaba prendido a mis senos y lo hacía jodidamente rico.
— no importa con quién estés, pero tú ... — tocó mi intimidad con sus dedos — Siempre aclamara a Meliodas, ella es y será siempre mía.
Juro que podía correrme con solo sus palabras; lo decía de forma tan sexy y posesiva que me hacían dudar de mí misma. — No sé tú pasado, pero puedo leer tu futuro — sus dedos echaban a un lado mis bragas y se sumergían dentro de mí — y nadie jamás te hará llegar como yo.
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LA STRIPPER || Melizabeth
FanfictionResulte de stripper en un bar. Mi misión es atrapar al dragón de la ira, pero durante el tiempo que estuve en sus garras fue suficiente para cambiar mi vida. Es un hombre hostil, al que no se le lleva la contraria, orgulloso y capaz de castigar a la...