LA STRIPPER || Melizabeth

- 🗝️ Capitulo 19 🗝️-

—— Te haré el amor como último deseo, te haré el amor como muestra de lo que sentí por ti, te haré el amor como despedida de dos amantes que no pueden estar juntos, te haré el amor... como un adiós.

Estamos jodidos y me estaba doliendo como no se imagina. No sé como se me ocurrió participar en esta mierda de misión; no medí lo mucho que me iba a joder. El vacío me destruía poco a poco el maldito corazón, quería arrancarlo y no sentir más, dolía una jodida mierda y se que son muchos insultos pero solo cuando ames como yo a este hombre entenderás. 

Estaba llorando a más no poder, no era justo que esta fuera nuestra despedida, no lo era porque tuvimos que vivir una miseria para darnos cuenta que nos queríamos.

— N - no... no quiero ¡aaah! —

Me desplome en sus brazos y me aferre a él sin intenciones de separarme.

— No puedes hacerme el amor cuando tengo este jodido vacío en el corazón... yo quiero tener un recuerdo lindo y te juro que hacer el amor como despedida es... morir en vida.  

Él me alejo centímetros de su cuerpo, a pesar de que ese no era mi deseo. Tomo mi rostro y me beso con ternura, no estaba en su cuerpo pero el cariño que me demostraba podía sentirlo genuino y a la mierda si me equivoco, de este hueco no me saca nadie; estoy feliz en mi supuesta historia de amor.  

Él rió sobre mis labios y secando mis lágrimas dijo: — Te equivocas. Después de esta noche recordarás que el mafioso se enamoró de la stripper; cuando se ama la muerte es un estado insignificante. 

Lloré. No comprendí el mensaje, en ese instante el dolor de mi corazón era mayor que el de todas mis herida; el dolor del cuerpo es superficial pero el dolor del alma... 

Mordí mis labios controlando las lágrimas, ya había llorado lo suficiente. Deje caer la tela que me cubría, respirando profundo dispuesta a recibir la noche que Meliodas me iba a brindar. 

No sé si en algún momento de sus vidas sintieron el terror de que algo cambiará, yo lo estoy viendo por segunda vez «Joder» llamenme débil pero ya es suficiente de tanto dolor, ahora mismo temo el amar porque perder a quien se ama es perderte a tí. 

— Yo quisiera... —

Odio ser así, una llorona.

— Quisiera que fuera distinto, si Dios hubiera sido razonable ya estuvieras tras las rejas, pero no... ¡Aaaah! justo la stripper se enamoró.

Meliodas rió y sus brazos me acomodaron en su pecho, estuvimos ahí escuchando por unos minutos su corazón, creo que él buscaba las palabras correctas para mi en este momento ya que estaba desconsolada y temía con solo imaginar que mañana no estaría a su lado, eso me destruía por completo creo que la tristeza terminaría por consumirme. 

— Dios fue razonable. Vivir sin emociones no es vivir... vivir sin tí es estar condenado a la monotonía de sentimientos a la que se le llama: "morir en vida". 

Sentí sus labios besando mi cuello, sus manos acariciando mi espalda y yo no hacía más que llorar, tratando de memorizar cada caricia que para mí serían las últimas. Mis labios temblaba y resonaba mi nariz tapada. 

El eco de las aguas relajaban mis oídos, y la respiración se me tornó pesada cuando Meliodas rozaba mi cuerpo, sus besos en el cuello dejaban caminos húmedos que hacían cosquillear mi intimidad, estaba perpleja sumida en las sensaciones. Su cuerpo me llevaban al borde de la cama, donde los telones que colgaban de ella chocaban contra mi espalda. 

Mis nalgas tocaron el colchón, así como el ambiente se hizo sofocante entre nosotros dos. Trague fuerte y levante mi rostro como quien no teme de su desnudez, Meliodas posó su mirada en mis ojos y sentí esa conexión que no se da con cualquiera.