(Perdón faltas de ortografía o redacción estaré arreglando, solo les dejo el cap porque voy a estar ocupada.
Y pues aclaro que la conversación de Meliodas y elizabeth solo la escuchan ellos dos.)Narra Elizabeth
Pase la legua por mis labios y cuidadosa me acerque a su oído:——Tengo un último deseo, quiero que me hagas el amor.
Tenia miedo de su respuesta temía que su odio superara el deseo carnal por mí, y decidiera no tomarme por ultima vez, esta era mi salvación dar tiempo a mi madre para que lograra encontrarme, mi familia era de poder y no permitirían que acabaran conmigo.
Espere a su lado ansiosa, todo miraban expectante y creo que más de uno trataba de escuchar los susurros de nuestra conversación, aunque mi desnudez demostraba que lo intentaba seducir.
— ¡Suficiente! —
Hablo Sariel para tomarme del brazo y lanzarme de nuevo al suelo. — Que inicie la tortura hasta la muerte.
Tragué fuerte y todo mi cuerpo tembló. Quería llorar, mi corazón dolía, igual que mi cuerpo maltratado, no tenia idea de como seguía consiente.
Sariel tenía en su mano derecha una espada, intuía que sería usada para crear heridas en mi piel desnuda. Se acercó de manera siniestra y solo pude cerrar los ojos esperando lo peor.
— Tu muerte es inevitable, pero es un acto de valentía que sigas dando ideas —
El corazón casi se me infarta, las emociones me revolvieron el estómago y nunca me imaginé tan cerca de la muerte; la situación en verdad me aterraba. — para que el dragón de la ira acabe con tu miserable vida. A mí mujer nadie la toca, y quién comete la estupidez de hacerlo muere en mis manos.
Sus palabras me dieron un respiro, por un momento pensé que acabaría conmigo, aún no sé por que dude de mí. La cara de Seriel se desfiguro dejando ver el temor que ejercía la presencia de Meliodas, estaba como estatua sudando frio mientras respiraba de forma irregular, puedo imaginar su pánico, incluso sé que es mayor al que sentí cuando me atraparon.
Meliodas había puesto su cañón en la cien de Sariel y todos en el lugar miraban con incredulidad. — Pagaras por cada herida en el cuerpo de Elizabeth, y no te alcanzas a imaginar el sufrimiento por el que pasarás.
Quisiera decir que estaba tranquila, pero en verdad las actitudes de Meliodas me aterrorizaban, hablaba de forma tan siniestra y en su rostro denotaba la ira, su voz no tenía una pisca de duda y sabía que no jugaba.
Se escucho el clic de las armas. En segundos el lugar se convirtió en un campo de batalla, todos levantaron sus rifles en contra del enemigo; que por loco que parezca era Meliodas.
Yo me encontraba con la vista borrosa, el pánico no me permitía actuar, estaba inmóvil en el suelo mientras observaba todo lo que sucedía a mi alrededor, Meliodas apuntaba contra Seriel pero los criminales presentes apuntaban a nosotros, éramos el objetivo a eliminar en ese momento. Juro que mi celebro no enviaba ninguna idea de como saldríamos de ahí.
— Meliodas no querrás convertirte en un traidor.
Tramiel advertía, no podía ocultar la preocupación por su colega, nadie bajaba las armas pero ninguno emanaba la seguridad de Meliodas; el lugar temía de lo que era capaz.<Yo también>
Mis neuronas me obligaron a reaccionar y estire mi mano para recoger la tela con la que antes me cubría, un mínimo movimiento que alerto a todos y las armas sobre mi no se hicieron esperar. <Dios>
El dolor en mi cabeza estaba por matarme antes que toda esta gente, lo que hice fue levantarme para quedar en la espalda de Meliodas en buscando protección. El sudor en el rostro del rubio era evidente, sus manos no titubeaban en ningún momento y su respiración era pesada como las circunstancia.
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LA STRIPPER || Melizabeth
FanfictionResulte de stripper en un bar. Mi misión es atrapar al dragón de la ira, pero durante el tiempo que estuve en sus garras fue suficiente para cambiar mi vida. Es un hombre hostil, al que no se le lleva la contraria, orgulloso y capaz de castigar a la...