-🗝️CAPITULO 12🗝️-

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"a tus órdenes"

— ¿Van a ordenar o qué? — «hay Dios» ¿Enserio dije eso?.
La víbora me miró con asco y rabia mientras las miradas de Meliodas eran fría y aterradora. En definitiva estaba descubierta. 

respire y analice lo que acababa de hacer, « ¡Qué demonios! se suponía que yo estaba con Mael y veme aquí »
¿Dónde habrá quedado Mael?. 

— ¿Te sientes bien? Fíjate como nos hablas mesera estúpida.

«Respira y controla... Controla las ganas de estrangularla» mientras yo trataba de buscar calma en mí, Meliodas lanzaba miradas y esperaba con calma mis respuestas. «Maldito, mil veces maldito»
Cuando creí tener la suficiente fuerza para responder cordial, la víbora
habló:— ¿estás sorda? No te quedes callada y mejor lárgate que estás estorbando.

— ¿sabes qué no? La que estorba eres tú. No sé la verdad que haces tú aquí. — apreté mis labios y sacudí mi cuerpo como en una mini pataleta. — !Que demonios te pasa Meliodas! ¿Por qué estás con esta víbora aquí?... Te juro.. uyy tengo rabia.

Intente respirar y controlar el mar de emociones negativas que me invaden, ante todo soy una profesional y me está quedado de lujo mi papel de celosa o eso creo, últimamente la actuación me está saliendo natural. Mire mi alrededor buscando al idiota de mi acompañante, y a pesar de mi demora no lo había visto por el lugar.

— ¿Que me pasa? Quien te crees tú para seguirme hasta aquí y montar está estúpida escena de celos. — «No dolieron... Para nada» miré al estúpido indignada.
Lo que él no sabe es que yo nunca pierdo y siempre me salgo con la mía.

— Yo no te seguí... — mordí la punta de mi dedo índice y luego de humectar mis labios dije:— pensé que ese papel lo tenías tú. — reí en mis a dentro y sentí la victoria mía.

Solté mi cabello y dejé que cayera cómo cascada sobre mis hombros y espalda, baje un poco mis lentes oscuros para que así mi apuesto acompañe logrará reconocerme. «Ja ja creo que es arriesgado pero también sé que Meliodas está comiendo de mi mano»
Meliodas miraba confundido mis acciones mientras yo de traviesa solo esperaba que Mael se acercará y no me echara a perder mi victoria.

— Te estuve buscando — Habló sin percatarse de la presencia del dragón de la ira.

— Me perdí un poco — tome cariñosa su brazo y plante un dulce beso es sus labios, miro un poco confundido pero noto la presencia de su calvario y siguió con el juego. Al final Meliodas no soporto su juego y pensar que él lo inició, en fin los hombres son un poco tontos.  

El semental que comía con la víbora se levantó con cara de pocos amigos y ganas de asesinar. — Vamos quiero que conozcas mi departamento. — definitivamente Mael se la rifó con el comentario, y cuando su mano quiso posarse en mi cintura Meliodas la detuvo con una mirada oscura. Confieso que en este momento casi me orino del miedo, no sé porque aún se me ocurría estas cosas, conociendo al demonio que tenía como amante.

— ¿Quién te crees tú para tocar y besar a mi mujer? — « Respire ».
Estaba preocupada por la situación, pero sin duda era un alivio saber que Meliodas no reconoció al oficial de tránsito.
La víbora miraba si poder creer nada, mientras Mael lucia furioso y no solo con Meliodas si no conmigo.

— Su amigo... Y si ella me lo permite su novio. —  en definitiva Mael era un hombre muy orgulloso y ni si quiera el hacho de arriesgar su trabajo lo hizo bajar la cabeza. Vi la ira recorrer a Meliodas temí lo peor y me dedique a pensar en cómo frenar el caos en el que nos había metido.

— por favor Meliodas... me voy, deseo que pases buenas noches con la señorita — y así inicie la supuesta huida en la que no avance ni un paso.

— no estes jugando conmigo Elizabeth — Meliodas me tomo del brazo y con los dientes apretados me amenazaba  — sabes perfectamente de lo que soy capaz, o pones en su lugar al estúpido que se atrevió a tocarte o lo hago yo. 

LA STRIPPER || MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora