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Lanzaron piedra, papel o tijeras.

_ ¡Te gané!

El pecoso grito feliz avanzando en su bicicleta, estaban a unas dos casas del puesto de flores de su madre, solían lanzar piedra, papel o tijeras para que uno de los dos tuviese que levantar el gnomo que siempre se caia hacia el frente, Tzuyu lo había comprado de adorno para el pequeño jardín, pero a ninguno le gustaba, era feo y daba miedo.

Se bajo de su bicicleta y corrió dentro de la tienda, ganándose detrás del mesón para ver a Hyunjin recoger el gnomo.

_ Espero nunca tener que levantarlo de noche.

El mayor dijo una vez que lo había acomodado, y entró también.

_ Sí vuelves a perder tendrás que hacerlo_ el pecoso rió.

Tzuyo sonrió viendo como odiaban a su tan querido adorno de jardín, tenía incluso pensado ponerle un letrero con algún nombre para el lugar.

_ ¿Puedo vender un ratito?_ Felix pregunto enseguida.

Ella asintió, ahora que su hijo estaba un poco más grande solía dejarle atender a algunas personas, y él lo hacía con el mayor entusiasmo.

_ Esta bien, puedes hacerlo, aprovecharé entonces de ir a dejar este arreglo de flores que me pidió la señora Min.

_ ¡Sí!_ el pecoso sonrio y avanzo hasta el mesón para esperar a que alguien viniera a comprar.

Y ya que no era la primera vez que se quedaban unos minutos allí solos, salió tranquila con el arreglo floral.

Hyunjin observo algunas plantas, hace unas semanas habían puesto semillas en los maceteros pero ninguna había brotado aún.

Era increíble que también sus cactus, los llamados espinosos, todavía sobrevivieran.

Observo unas bonitas flores cuando escucho al pecoso atender a alguien y decir su típica frase, '¡Gracias por comprar, vuelva pronto!', y luego seguía el 'tenga un lindo día', tarde o noche, dependiendo de la hora cuando las personas se marchaban, por lo que rió un poco.

Y en eso apareció el pecoso con dos pequeños maceteros.

_ Te escuché.

Hyunjin rió nuevamente volteandose hacia él.

_ No te rías de mí_ hizo un puchero y alzo un macetero_ mira, se parece a espinosos, mamá dijo que florecen.

Era un cactus.

_ ¿Los nuestros florecen?

_ Creo que sí_ sonrió alzándo el otro macetero_ y mira, este también es lindo, ¡hay de colores!

El pecoso habló observando el cactus con emoción, era de un color rosa.

_ Sí, lindo... _ respondió Hyunjin, con los ojos puestos en su amigo.

_ Entonces lo pondré en mi ventana _ movio levemente el macetero.

_ Lix.

El pecoso volteo hacia su amigo, pero antes de que este pudiera decirle algo, el timbresito sobre el mesón fue presionado.

Era un sonido molesto, una señora no dejaba de presionarlo para que la atendieran, así que el de pecas dejó el cactus sobre la mesa y fue a ver que es lo que ella necesita.

Hyunjin se sento en el mini sofá esponjoso en el que solo podía caber una persona, para esperar a Felix.

Pero ella parecía tener todo el tiempo del mundo, no se decidía jamás porque comprar y preguntaba los precios de todo, aun así Felix le respondía con amabilidad y con una gran sonrisa.

Everlasting_hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora