Capitulo 13

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El departamento que le mostro la señora Uchiha era demasiado grande. Tiene dos habitaciones, una cocina reluciente, una sala, un baño y hasta un sótano.

- ¿Te gusta? – pregunto la señora Uchiha con una sonrisa – Si no te gusta, podemos elegir uno más grande –

- ¿Más? – Naruto la miro con sorpresa - ¿Hay departamentos más grandes? –

-Claro que sí, los más grandes son los que tienen cinco habitaciones y una escalera – explico – Pero, creo que sería demasiado ¿No crees? –

Naruto asintió y siguió mirando a su alrededor. El departamento donde vivía solo tenía una habitación, la cocina era pequeña, pero no molesta y los fines de semana se quedaba sin agua, porque según la propietaria, era para ahorrar.

Si él estuviera solo, no le importaba soportar las condiciones de su departamento, pero ahora tenia que pensar en su pequeño bollo. No se podía dar el lujo de rechazar tal regalo, así que miro a la señora Uchiha y acepto quedarse con el departamento.

La señora Uchiha no borro su sonrisa y tomo las manos del rubio – No te vas a arrepentir – dijo – Hare que mañana traigan las cosas y la habitación del bebé no se tocara, hasta que sepamos que género es –

Naruto estuvo de acuerdo.

Antes de que la señora Uchiha le explicara algo más, su teléfono sonó y tuvo que soltar sus manos para poder contestar.

-¿Bueno? – Mikoto se alejo para poder escuchar bien la voz del otro lado.

Por mientras Naruto aprovecho de seguir viendo. Acaricio las paredes con la punta de sus dedos, se quito los zapatos para sentir el frio piso de madera y siguió explorando cada rincón. La casa no olía mal, tenia un ligero olor a yerbabuena o a manzanas, que se le hizo muy fresco en sus fosas nasales.

-Me preocupo por ti...-

Escucho la voz de la señora Uchiha que se acercaba a su dirección.

-Él está conmigo, le mostré el departamento que te comenté – miro de reojo al rubio – No lo presione, el acepto con gusto –

Naruto adivino de quien se trataba. Saco su teléfono de su bolsillo y se dio cuenta que estaba apagado, se le había olvidado cargarlo cuando salió del trabajo.

-Esta bien, te esperamos – dijo Mikoto y corto la llamada – Es mi hijo, estaba preocupado por ti –

-¿Cómo sabe que estaba con usted? –pregunto mientras se ponía de nuevo los zapatos. 

Mikoto frunció el ceño ligeramente cuando escucho el termino "usted" pero lo dejo pasar – Mi hijo sabe cómo investigar – se rio – Más cuando una persona le interesa –

Al escuchar lo último, Naruto no pudo evitar sonrojarse y mirar a otro lado.

- ¿Quieres dormir aquí? – pregunto Mikoto – Hay una cama en la habitación de la derecha, es nueva –

-No, es mejor que regrese a mi departamento y acomode mis cosas – el rubio se aclaro la garganta -Gracias por este regalo – inclino la cabeza.

- ¡Ah! ¡No hay necesidad de que me agradezcas! – ella se acerco y golpeo levemente el hombro de su nuero – Lo hago para que ambos se sientan cómodos –

"Ambos" Naruto toco su vientre plano y se sintió avergonzado.

-Gracias – volvió a agradecer.

Paso solo una hora y Sasuke llego cansado. Las gotas de sudor resbalaban de su frente y caían en el puente de su nariz, no tuvo la iniciativa de limpiarlo y se quedo parado en la puerta.

- ¿Por qué no entras? – pregunto su madre al verlo – Naruto está aquí –

-Lo sé – respondió y se acomodó su chaqueta - ¿De verdad acepto? –

Mikoto asintió con la cabeza.

Naruto solo observo como mamá e hijo se comunicaban y tuvo un poco de envidia. Si tan solo su madre fuera así, no se llevaría una gran decepción.

-Bueno, es mejor que regresen juntos – Mikoto se levantó del sillón.

-¿Y usted? – pregunto Naruto al ver que ella se iba a quedar sola - ¿No quiere que la acompañemos? –

-Oh, no te preocupes. Un chofer vendrá a recogerme – hizo una pausa – Los llevaría, pero tengo que ir a otro sitio –

-No te preocupes madre – Sasuke dio un paso al frente y tomo la mano de Naruto – Estaremos bien –

El rubio quiso apartar su mano, pero pensó que seria demasiado grosero, así que se dejo llevar.

Los dos salieron del departamento y Mikoto los despidió con la mano.

-¿Qué le paso a tu teléfono? – pregunto Sasuke después de unos minutos de caminar.

-Se descargo – respondió Naruto, se mordió el labio inferior y no pudo evitar preguntar - ¿Cómo me encontraste? –

-Les pregunte a todos tus compañeros –

-Oh...-

Sasuke detuvo sus pasos y miro al rubio con una ceja alzada -Pensé que ibas a gritarme –

- ¿Por qué debería? –

-Tu... no quieres que nadie sepa de mi –

Naruto observo sus ojos negros, el brillo que normalmente tenia desapareció. Se sintió un poco mal y recordó la conversación que tuvo con la señora Uchiha.

"Deja de sentirte presionado por la sociedad y se feliz"

-Lo siento – soltó el rubio.

Sasuke no se esperaba una disculpa, así que quedo sorprendido.

Naruto continuo – No es que este avergonzado de estar contigo – suspiro – es solo que toda mi vida he complacido a la gente que me rodea, quiero que me vean como un ejemplo o como alguien que no rompe ni un plato – rio levemente – Me he presionado yo mismo en ser casi perfecto, pero hoy me di cuenta de que es un error –

Apretó la mano del azabache, se acerco a su rostro y le planto un beso en la frente.

El azabache se quedo sin palabras.

-Entonces... demos lo mejor – Naruto soltó su mano y camino lejos de él.

Sasuke se quedo estático, su cerebro procesaba lo que había ocurrido. Siempre ha sido inteligente, pero cuando se trataba de Naruto su mente se bloqueaba.

-¡Sasuke, apúrate! – grito un Naruto sonrojado.

Sasuke sonrió y corrió hacia él, nunca en su vida había sido tan feliz y con tan solo simple palabras, su corazón latía más de lo normal.


Una persona salió del callejón, alzo su celular y le dio clic para que se tomara la foto. Dibujo una sonrisa en su rostro y empezó a silbar mientras se alejaba. 

Amor a la MedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora