Capitulo 40

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Naruto reconoció a sus ex compañeros de trabajo al entrar en la cafetería, pero no tenía tiempo de saludarlos y al parecer ellos tampoco. 

Kushina le dio un sorbo al café y busco las palabras correctas para iniciar una conversación, pero mejor opto por una pregunta simple. 

-¿Cómo has estado hijo? - 

Naruto aparto la mirada de sus compañeros y miro a su madre - He estado bien - respondió.

Kushina asintió con la cabeza y dejo la taza sobre la mesa - Hijo, sé que debes de estar muy molesto con nosotros por no haberte apoyado cuando más lo necesitabas - soltó un suspiro - Sabes que tu padre es hombre de reputación y tenía miedo de lo que diría la gente cuando supieran que su heredero es un hombre...-

-¿Fenómeno? - el rubio cerro los ojos y se froto las sienes - ya lo he escuchado varias veces. A todo esto ¿Dónde está Papá? - 

-En el trabajo -

-Como siempre ¿Por qué no vino contigo? - 

Kushina estaba a punto de responder, pero Naruto se contestó.

-Tiene una junta importante - 

Kushina no respondió y bajo la cabeza, observando su reflejo en el café. 

-Si papá se quería disculpar, debió dejar su junta para después, pero como siempre quiere complacer a gente desconocida que a su propio hijo - 

-Yo... me disculpo por él - 

-No es necesario - Naruto hizo una pausa - Yo te perdono mamá, pero a mi papá no - 

Kushina se mordió los labios y trato de buscar un pretexto. 

El rubio comió un pedazo de pastel, se relamió los labios y hablo - Le daré una oportunidad - 

A Kushina se le iluminaron los ojos cuando escucho sus palabras -¿De verdad? Yo hablare con él ¿Quieres que pongamos una fecha? -

Naruto negó con la cabeza - Te daré la dirección de mi casa, pueden venir a la hora que quieran - 

Kushina alzo una ceja - ¿Una casa? ¿No estas rentando un departamento? - 

-Mi esposo heredo una casa y otros bienes - 

-¿Tu esposo? - 

-Ya me case, aunque no fue una boda grande, así que no te preocupes - Naruto tomo un pedazo de servilleta y le pidió a su mucama que le consiguiera una pluma.  

Kushina no la había notado y quedo más extrañada. 

Naruto adivino sus pensamientos y sonrió - Mi esposo no quiere que este solo, tuve una mala experiencia por aventurarme - 

Su madre se alteró al escuchar sus palabras -¡¿En serio?! ¡¿Qué te paso?! -

Naruto no entro en detalles. 

Ino que estaba atenta a su conversación, sintió un poco de ira al escuchar a Naruto hablar sobre su secuestro. Todavía no podía creer que Sai se atreviera a secuestrar al rubio y menos estando embarazado. Tiene el presentimiento de que todo fue una trampa y alteraron los hechos. 

Ella no aguanto y se levantó de la silla, tomando desprevenido a sus compañeros. 

-¿Qué piensas hacer? -

Ino no contesto y camino hacia la mesa del rubio. 

-Buenos días - Ino saludo a Kushina y miro a Naruto - Tenemos que hablar - 

-¿Sobre qué? - 

-Sobre Sai - 

Al rubio siempre le daba escalofríos al escuchar su nombre - No... no tengo nada de qué hablar - 

Ino frunció el ceño - ¿En serio? Que descaro - 

Kushina miro a la joven - Disculpe señorita, pero ¿Cuál es el problema con mi hijo? - 

Ino miro a madre e hijo - Su hijo metió a la cárcel a uno de sus compañeros, porque este no le correspondía sus sentimientos - 

Naruto estaba a punto de escupir su café y miro a la rubia sin creer en lo que estaba diciendo. Los hechos ¿No eran al revés?

-Tu estabas enamorado de Sai ¿No es verdad? - 

-¡No! - 

No quiso contestar de esa manera, pero solo al escuchar esa versión sentía repudio - Las cosas resultaron al revés - 

-¿Quieres que te crea? - Ino se cruzó de brazos - Tu sabias que estaba enamorada de él y en vez de ayudarme, me alejabas de él - 

-Sai no te convenia, él estaba jugando contigo - 

-¡Cállate! -

-¿Qué está sucediendo joven Namikaze? - 

La mucama llego con una pluma y un pedazo de pastel. 

La gente de la cafetería también estaba curiosa de la escena. 

Ino se limpió las lágrimas que resbalaban de sus mejillas - No sé qué clase de anciano atrapaste, pero espero que no te dure tu felicidad - con esas palabras se dio la media vuelta y regreso a su lugar. 

Kushina no aparto la mirada en su hijo y pregunto - Es verdad, no conozco a tu esposo... no es un anciano ¿Verdad? - 

Naruto tomo la pluma que le daba la mucama y escribió la dirección en la servilleta - Si quieres averiguarlo, ven a esa dirección y trae a Papá - arrimo la servilleta hasta su madre y se levantó de la silla - Yo me retiro - 

-¡Espera! - Kushina también se levantó - Te acompaño hasta la puerta - 

-No es necesario, ahora mismo deseo estar solo - le hizo una señal a la mucama y esta asintió - Nos vemos, madre - 

Kushina observo a su hijo salir por la puerta y tomo la servilleta. La dirección no era desconocida, un compañero de su esposo vivía cerca de ahí y conocía perfectamente las casas. 

-Debió atrapar a un anciano rico - 

Escucho que murmuraron y dirigió su mirada a la mesa donde estaba esa mujer rubia. 

Kushina se levantó y se dirigió a la mesa de la chica. 

Los jóvenes bajaron la cabeza y le susurraron a Ino "Es su madre"

Ino miro a la pelirroja - ¿Qué desea? - 

-Solo te diré un consejo: "No dejes que el amor te vuelva ciega y estúpida" - con esas palabras, se dio la vuelta y salió de la cafetería. 











Amor a la MedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora