Capitulo 6

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Sasuke tuvo que regresar a las clases, debido que pronto se acercaban los exámenes finales y no se podía perder ninguna materia. Quedaron de verse mañana y compartieron información de contacto antes de que cada uno tomara su camino, pero ya con el corazón alivianado.

Shikamaru acompaño a Naruto hacia su departamento, escuchando como su amigo murmuraba algo sobre la vida.

-¿Preguntaste cuantos años tiene? –

Naruto se detuvo y en ese mismo instante el poste de luz alumbro sobre su cabeza.

-No, ni siquiera le pregunte donde vivía o a que se dedican sus padres...- su rostro se tornó pálido – Dios ¿Qué le diré a mis padres? De seguro me van a matar, más mi padre, él hizo todo lo posible para que entrara en esta empresa... ¿Tú crees que debería de abortar? –

Shikamaru pensó durante unos minutos y respondió con una pregunta - ¿Cómo te vas a sentir tu? –

-¿A qué te refieres? –

-Bueno, he leído y visto novelas que cuando una mujer aborta, se siente culpable, tiene pesadillas y depresión –

Naruto no supo que responder, ya que no sabia como se iba a sentir, pero en una parte de su mente la palabra "asesino" se dibujaba lentamente.

-Agh no lo sé –

Shikamaru soltó un suspiro y palpo el hombro de su amigo.

-Deja de preocuparte, todavía tienes una semana; no tienes panza y el bebé apenas se está desarrollando, de hecho, todavía es un frijol –

Naruto alzo una ceja - ¿Y tú como sabes eso? –

-¿Qué no préstate atención a las clases de Yamato? –

El rubio hizo una mueca, metió ambas manos en el bolsillo de pantalón y antes de seguir caminando soltó una queja.

- ¡No me recuerdes a ese profesor! –

Shikamaru sonrió ligeramente y siguió a su amigo.


Por otro lado, Sasuke no le presto mucha a atención a la clase de física. Su mente estaba en otro lado, recordando lo que sucedió en la tarde y el gran descubrimiento de que va a hacer papá; ¡Va a hacer papá!

Era algo que no estaba en sus planes. Solo iba a estudiar, estudiar hasta graduarse y conseguir trabajo, tal vez en un futuro más lejano formaría una familia, con una buena esposa y con tres hijos.

Pero esos planes se quemaron rápidamente hasta quedar en cenizas. Era tiempo de escribir otros planes, uno donde el último punto se convirtió en el primero y los estudios en segunda prioridad o en la tercera. Ya que debe de conseguir un trabajo de medio tiempo para ayudar a su pareja con los gastos del bebé...

"Me estoy adelantando" pensó el azabache mientras soltaba un suspiro.

- ¿Sucede algo? –

Sasuke miro hacia la dueña de la voz.

-No es nada –

Su compañera llamada Sakura alzo una ceja y pico su hombro con un bolígrafo. 

-Has estado distraído. Tienes la vista hacia el frente, pero no estas prestando atención, dime ¿Qué sucedió cuanto te saliste de la clase como un loco? –

Sasuke le quito el molesto bolígrafo a Sakura y lo guardo en su mochila.

-Sakura, no todo el tiempo te tengo que contar sobre mi vida y en lo que hago –

Sakura antes de responder, acerco su mano en la mochila del azabache y saco el bolígrafo.

-Tienes razón, te dejo de insistir –

Las luces del colegio se encendieron cuando cayo la noche. Los estudiantes salieron deprisa para tomar el autobús o el tren que los llevara a casa y otros fueron a divertirse.

Sasuke alzo la mirada hacia el cielo estrellado y recordó esa noche. 

No era su intención meterse en asuntos ajenos, pero la voz desesperada del rubio hizo que su cuerpo se moviera antes de que se diera cuenta.

Cuando ese idiota de tez pálida se fue, el rubio se había desmayado en sus brazos y no le quedo de otra que llevarlo a su departamento ya que era el más cercano. No tenia suficiente dinero para un hotel, además no quería llevarlo en esos lugares de mala muerte y que al día siguiente se vuelva un malentendido.

Sasuke llego a su departamento, abrió la puerta y camino hacia la cama para dejar el cuerpo inconsciente del rubio; él estaba pensando en dormir en el sillón y cuando estaba a punto de alejarse una mano lo tomo del brazo haciendo que cayera encima de su cuerpo.

-¿Por qué te alejas? ¿No quieres dormir conmigo? –

Una voz ronca y baja penetro sus oídos. Sin previo aviso, el rubio abrió sus piernas haciendo que su parte intima rozara con la de él.

-Oye ¿Qué estás hacien...–

No pudo terminar la pregunta ya que unos labios se estrellaron con los suyos. Sus labios estaban abiertos, por lo que el rubio le dio tiempo de ingresar su lengua y enredarla.

El cuerpo de Sasuke se movió como si estuviera poseído, su mano se movió tocando cada rincón.

Hasta que algo llamado consciencia lo detuvo.

-Espera –

No utilizo mucha fuerza porque el cuerpo de Naruto estaba débil y fue fácil de apartarlo.

-Esto está mal, tu estas borracho -

-¿Borracho? No estoy borracho ¿Has visto a un borracho hablar así? Por cierto, eres hermoso, tus ojos negros tienen un brillo particular, además hueles bien –

Sasuke no supo que responder.

Naruto le apretó la barbilla y le mordió el labio, él abrió la boca involuntariamente, por la sorpresa.

-Créeme se que después de esto, no me voy a arrepentir –

Los ojos azules del rubio brillaban con deseo y Sasuke cayo en la trampa del zorro.

Y como siempre el zorro fue un gran mentiroso.

Sasuke soltó un suspiro y bajo la mirada.

Pensó que nunca más lo volvería ver desde que huyo de su departamento, lo único que tenia de recuerdo era su teléfono.

No le importo descubrir que era mayor, solo quería verlo una vez más.

Tanto fue su deseo que el destino los volvió a unir y con ello una sorpresa. Ahora tendría al rubio para siempre nada ni nadie lo iba a separar de él.

Con tantas cosas en mente y una sonrisa dibujada en el rostro se fue rumbo a la casa de sus padres. 

Amor a la MedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora