Capitulo 3

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"Ring, ring, ring". Naruto escucho el sonido de la alarma.

Quería dormir más, pero el sonido era molesto; no podía continuar, por lo que no tuvo más remedio que levantarse para apagar su celular.

-Ugh –

Sintió un intenso dolor al intentar incorporarse colocando su antebrazo sobre la cama. Sintió un hormigueo en su zona baja, el cual subía por su cintura y continuaba en todo su cuerpo.

"¿Qué rayos sucedió? Me duele la cabeza"

Naruto recordó que había bebido Sake en el Karaoke de anoche, recordó que estaba en los pasillos, a Sai y al hombre que lo salvo... después de ahí, todo se volvió borroso.

Se quito la sabana y abrió la boca al ver su pecho cubierto lleno de moretones. Las marcas eran demasiado grandes para ser consideradas unas picaduras de insectos; logrando observar que había rastros de chupones y mordidas.

-¡Ahhhhhh! – grito.

Naruto estaba muy sorprendido, al intentar levantarse, el dolor volvió a aumentar debido al movimiento.

-¡¿Qué fue lo que hice?! –

Se sintió mareado, por lo que se agarró la cabeza, tragándose el grito que iba a sonar.

Se podía escuchar el sonido del agua a través de la puerta; quizás su compañero de la noche anterior se estaba bañando.

Por un momento, pensó que debería huir sin encontrarse con él, pero luego se dio cuenta de que no había cometido ningún crimen. Solo esperaba que fuera el hombre de anoche y que no haya sido Sai, porque se sentiría demasiado asqueroso.

Ahora podía llamar a Shikamaru y que le mande un taxi, descansar un rato en su casa y luego ir al trabajo.

Aunque sus recuerdos estaban borrosos, el rostro del hombre que lo salvo seguía presente en su mente con más claridad. El hombre era muy hermoso, cuando vio su cara cerca, se le puso la piel de gallina.

-¿Estás despierto? –

Si, era su salvador.

-¿Dormiste bien? –

Se quedó inmóvil.

Estaba semidesnudo, con una toalla alrededor de su cintura. Sus mechones negros goteaban y caían en su pecho desnudo, una imagen demasiado sensual.

-Hola –

El hombre miro a Naruto con un rostro tranquilo.

-Hola –

-¿Cómo llegue a tu cama? –

Él frunció el ceño suavemente.

-Tu... ¿No recuerdas? –

Naruto bajo la cabeza, avergonzado.

-Te recuerdo, pero el como llegue aquí... no –

El hombre no respondió. Solo recogió la ropa que estaba en el suelo y se empezó a vestir; Naruto miro a otro lado cuando este se quito la toalla y pensó en lo que debería de decir.

-No te preocupes, podemos hablarlo cuando salga de la escuela –

Naruto abrió los ojos, sorprendido.

-¿Escuela? ¿Eres estudiante? –

-Si, ultimo grado de prepa ¿Por qué? –

El rubio quería morir. No ahora mismo podría morir a este ritmo.

El hombre alzo una ceja e iba a decir algo cuando de repente sonó de nuevo la alarma del teléfono.

-Mierda, se me esta haciendo tarde. Deje algo de dinero para que compres algo, deje la llave en el buró – tomo su celular y mochila y antes de que saliera miro de nuevo a Naruto – Espérame, no tardo –

Naruto reacciono cuando la puerta se cerró.

-¡¿Qué demonios hiceeeeeeeeeeeeee?! –

Estaba loco ¿Cómo podía arrastrar a la cama a un joven, que apenas era un estudiante? Era un enfermo de mierda, un pedófilo.

"Solo bebí un vaso ¿Un vaso es suficiente para ahogar mi cerebro? Es un estudiante ¡Un estudiante!"

Después de estar golpeándose con la almohada, se calmó.

"Ahora que lo pienso... no es una situación grave, soy hombre no puedo quedar embarazado o algo así, nadie más lo sabe. Fue solo una noche ¿No?"

Sintió un poco de pena al pensar lo sorprendido que estaría el estudiante al ser abandonado. Sin embargo, era lo mejor; un hombre adulto y un estudiante no podían estar juntos, seria un crimen.

Así que salió de la cama con esfuerzo y agarro su ropa. Se vistió, se acomodo el cabello, tomo su celular y salió del cuarto. 

Tenia que llamar a Shikamaru, su cuerpo estaba adolorido que no podría caminar por mucho tiempo.

-¿Eh? –

Se dio cuenta que el teléfono que había agarrado no era el suyo. Al parecer el azabache había tomado su teléfono por error ya que tenían el mismo tono de alarma y la misma marca.

Pensó si era buena idea esperarlo, pero su conciencia fue perforada, por lo que Naruto negó con la cabeza como un criminal antes del juicio.

No podía regresar, no ahora.

-Soy una basura – murmuro y salió del edificio para tomar un taxi.


En la actualidad...

Naruto regreso al hospital cuando salió del trabajo.

El doctor era el mismo que lo atendió esta mañana, observaba al rubio con curiosidad mientras metía unos papeles en un folder amarillo.

-Normalmente los homosexuales se ponen felices cuando se enteran de que están embarazados, ya sabes es un milagro que muy pocos pueden tener –

Naruto le contesto – Bueno, porque tienen una relación y saben lo que quieren – su rostro se torno serio.

Un sudor frio corrió por la espalda del doctor ante la ira reflejada en sus ojos.

-D-de acuerdo – el doctor se acomodo los anteojos y le paso el folder al rubio – Lo siento, pero sabes... todavía puedes... ya sabes... abortar –

-¿Abortar? –

-Si o puedes poner en adopción al bebé –

Naruto tomo el folder y se quedo pensando. Estaba contento con su vida, pudo terminar la universidad sin problemas, tiene un trabajo estable y amigos.

Así que la llegada de un bebé podía arruinar todas sus metas que tenia en mente.

-Lo... pensare –

El doctor asintió la cabeza sin decir una palabra más.

El rubio salió de la sala. 

Quería casarse con alguien un poco más mayor que él, tener una casa en el campo y tener una pequeña cafetería hasta había pensado en tener un perro y un gato. Ahora con estas condiciones, no habría nadie que lo quisiera ¿Qué demonios podía hacer?

Metió la mano dentro de su bolsillo del pantalón y saco el celular que no era suyo.

La hora marcaba 7:54 Pm y había varios mensajes sin contestar resaltando en la pantalla.

-No tengo ni idea que hacer – murmuro.

Fue un accidente, así que lo mejor era solucionarlo, a pesar de que fuera cruel.

-Tengo... tengo que abortar –

Se dio cuenta de su error.

-No... no puedo hacerlo –

-¿Naruto? –

Naruto trago saliva cuando escucho la voz de Shikamaru.

Los ojos de los dos se encontraron.

-¿Qué haces en el hospital? -

Amor a la MedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora