3 - Malas noticias

344 38 0
                                    

—1991—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—1991—

Jazlyn se encontraba desparramada en su cama, intentando sanar con sus poderes el dolor de estómago que sentía.

—¡JAZ!

La puerta se abrió de golpe y la niña dio un salto de horror. Una chispa de luz azulada saltó por los aires hacia la ventana que se encontraba a su lado, rompiéndola en pedazos. Ella se llevó las manos a la boca del susto.

—¡Ja, idiota! —gritó el espejo parlante de su armario.

—Te dije que no tenías que asustarla, Marcus —dijo Diane, entrando a la habitación mientras le daba una mirada de reproche a su esposo.

—Lo siento mucho —se disculpó Jaz, poniéndose de pie para acercarse a la ventana, intentando recoger los cristales—. Lo arreglaré...

—No, déjalo —le dijo Marcus—. Le diremos a Gus que lo arregle.

Jaz se dio la vuelta y los miró. Sus padres, muy jóvenes, se sentaron en la cama de sábanas negras y se miraron entre ellos.

—¿Qué ocurre? —preguntó la niña, poniéndose de pie frente a ellos.

—Necesitamos hablar contigo —dijo Diane.

—¿Sobre...? —aventuró Jaz.

—Sobre tus poderes y tu vida.

Bien, el caso es que hablar de los poderes de Jaz no era algo que se hacía muy seguido. De hecho, los Ramsay intentaban ignorarlo porque a Jaz le incomodaba mucho la situación. Odiaba su pequeña "condición".

Los únicos que sabían sobre esos poderes eran sus padres, sus tíos, su hermano y el elfo doméstico. En términos más simples, sólo los habitantes de esa mansión.

O eso creía Jaz antes de que sus padres fueran a hablar con ella.

Jazlyn Ramsay y la magia extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora