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17. Mentiras al descubierto.

       Los gritos de Asahi desde la entrada de la casa apresurando a Jiyong le estaban generando estrés y ni siquiera era tan tarde como parecía, Jiyong tomó su primera mochila, la que cargaba el primer día que llegó a esa casa asegurándose de llevar ahí sus tarjetas e identificación porque sabía que era posible que los chicos quisiera beber algo de licor y que él tuviese que actuar como un adulto responsable al impedirlo -porque esa era la misión que le había dado Seunghyun- y porque quería comprar algo para sí mismo, aunque aún no estaba seguro de poder asistir a la promoción de los chicos como ellos querían.

      Por la mañana Asahi le había pedido a Jiyong que los acompañara a comprar trajes para la graduación, aunque los chicos habían planeado ir vestidos de focas o de teletubbies o de cualquier otro personaje que hiciera que el evento fuese una hazaña para recordar, hubo un cambio de planes cuando Jaehyuk llamó para decir que asistiría con ellos en grupo -después de rechazar a la bonita chica que lo había invitado al baile-,  hecho que mantenía más que feliz al menor de los Choi, quien no había dejado de moverse de un lado a otro. 

—¡El idiota llegó! —Alzó la voz moviendo su mano para hacer apresurar a Jiyong quien se tambaleaba al tratar de acomodarse el cinturón y finalmente salir de casa, hasta estar en el auto de los chicos. 

—No deberías hablar así de tus amigos. 

—Da igual, solo sube. —Insistió el menor moviendo ambas manos para apresurar al único adulto presente.

—¿Es seguro que conduzca él? —Preguntó Jiyong una vez vio a Chanwoo apoderándose del auto del padre de Jaehyuk, con quien al menos suponía que tenía ahora una buena relación o de lo contrario el auto fue arrebatado sin permiso. 

—¡Es buen conductor! —Respondió el pequeño Choi. 

—¿No es esto una mentira que me meterá en problemas, no? Porque les recuerdo que soy responsable de todos aquí.

—No te preocupes, si lo es. —Afirmó Jae, a quien no veía desde hace un tiempo y Asahi se coló en medio de los asientos delanteros, estirándose para colocar música. 

—¿Si es qué? ¿Si es buen conductor o sí es una mentira? —Las preguntas de Kwon hicieron que los menores de edad solo comenzaran a reír a carcajadas.

       Al menos, ahora que estaban con seguridad bajo un amplio centro comercial, Jiyong podía asegurar que el chico era buen conductor en un 90% porque apenas se había saltado una luz roja en todo el camino y eso era mucho menos de lo que el mayor esperaba, aunque no era exactamente una buena forma de conducir, pero lo dejó pasar solo porque todos parecían lo suficientemente entusiasmado como para pasearse por diversas tiendas, situación en la que aprovechó para tener una charla con el menor de los Choi. 

—¿Y qué hizo Jaehyuk con esa chica? ¿Cómo cambió de opinión. —Cuestionó Jiyong caminando al lado del chico, quien se metía un par de papas a la boca que habían comprado en el camino, se habían detenido en una tienda de consolas solo por capricho de los otros dos. 

—Chanwoo fue un chismoso, le dijo que no quería ir a la graduación así que simplemente decidió que fuéramos todos juntos. —Explicó encogiéndose de hombros. 

—Entonces lo hizo por ti. —Bromeó subiendo y bajando las cejas.

—Ya basta, hyung. No lo hagas ver raro. —Sonrió intentando negar que sus mejillas estaban coloradas aunque Jiyong lo pudiera ver claramente.