3. Acepto.

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Era ridículo para Jiyong que hayan pasado horas y él siguiera con unos adolescentes en un parque sentados mientras comían migajas de una bolsa de gomitas, pero aquello era lo más reconfortante que podía hacer en esos días porque ellos eran extraños, no lo juzgaban, cada niño tenía su propio mundo y él podía hablar del suyo sin que ellos le respondieran como los adultos o actuaran como si estuviera exagerando porque en su cabeza casi podía imaginar las palabras de Youngbae recriminándole por ser inmaduro o indeciso o cualquier otra cosa que ni siquiera él mismo sabía explicar, sobretodo si se trataba de su novio, lo mismo si fuese el caso de Dara o Hyorin.


Pero tampoco era como si ellos pudieran decirle algo, porque aquellos eran solo unos adolescentes intentando alejarse de su propia realidad, y había descubierto que aún en estos tiempos los adolescentes siguen lidiando con problemas de sus padres. Asahi, el niño que le habló la primera vez ni siquiera hablaba con nadie, Chanwoo parecía estar pasando por esa etapa en la que no tienes atención de su familia solo porque el trabajo es demasiado como para pensar en ello, mientras que el mayor de ellos, Jae, debatía contra sí mismo el divorcio de sus padres. 


Pero claro que aquello no era más importante que la historia triste de Jiyong que en ese momento removía con la cabeza recostada en el hombro de Asahi como si fuese su pequeña almohada consoladora, importándole poco el sonido de las aves que los rodeaban o el hecho de que el cielo comenzaba a aclararse porque se había alejado en plena boda de una de sus mejores amigas y habían pasado al menos 8 horas y aquello en lugar de hacerlo sentir como el peor amigo del mundo, se sentía liberador, porque por primera vez en mucho tiempo estaba cómodo haciendo y diciendo lo que quisiera con otras personas.


—(...) Ni siquiera sé qué hago aquí con unos niños pero puedo entender sus chistes y de lo que hablan, incluso puedo entender la música que escuchan o porqué tiramos papel de baño en el jardín de esas personas pero no puedo entender a la gente que me rodea. —Jiyong bufó renegando consigo mismo por dejarse llevar. 

—Eso es triste... —Murmuró Jae.

—No... Es... Solo es puff... No me hagas caso. —El mayor hundió su rostro entre sus propias manos frustrado por todo lo que estaba pasando porque sabía que se acercaba la hora de enfrentarlo y por supuesto que eso era lo que menos deseaba hacer.

—No, de verdad... Ni siquiera sé de qué hablas pero es triste. —Volvió a responder el adolescente de antes. 

—Supongo que es así como es mi vida, triste, lamentable. 

—Al menos no es algo estúpido, la graduación es algo estúpido. —Continuó Asahi, lanzándole una mirada volátil a sus compañeros como si hubiese algo que no había dicho pero que intentaba decir con solo un gesto.

—¿Sabes lo que es realmente estúpido? —Jiyong sonrió de lado soltando un suspiro pesado como si quisiera liberar un beso comprimido en su interior, aunque eso no estaba funcionando al 100%.

—No creo qu-....

—Mi hermana está engañando a su esposo, lo cual es estúpido porque él es un buen esposo, sabes... Él es como un padre o algo así... —Reflexionó con el ceño fruncido y se encogió de hombros. —Bueno, no como un padre pero si como un hermano mayor, ¿entiendes? la pareja perfecta, ocho años de matrimonio y unas vidas exitosas, él le compra sushi todos los fines de semana y comen ramyeon en su aniversario de bodas, son ese tipo de pareja.

—Uhm... Eso está tan mal... Mi madre abandonó a mi padre hace años, si eso te hace sentir mejor... —Respondió Sahi alzando la mirada hacia el cielo, ignorando que los otros dos adolescentes comenzaban a quedarse dormidos en la banca que usaban para estar prácticamente recostados unos sobre otros. 

Lost Stars ▸| GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora