12. La invitación.

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—Chanwoo y Jae vendrán a dormir esta noche. —Asahi se plantó frente a su padre con una mirada casi de suplica, aun estaba en pijamas porque había dicho que ese día lo tenían libre en la escuela.

—Bueno, parece que eso ya está decidido. —Habló Seunghyun, quien se encontraba en su oficina doblando una alfombra de goma mientras comía algunas frituras de bolsa, siempre muy bien vestido con sus pantalones entallados, camisas de botones y mangas ajustadas por debajo de sus codos. 

—Solo vamos a dormir, no nos escaparemos. 

—No puedo confiar en las palabras de un niño, pero me aseguraré de que no puedan salir de casa si vienen los tres. —Seunghyun deslizó los anteojos que colgaban frente a sus ojos mientras observaba a su hijo, sabía que su mirada molestaría al muchacho.

—No nos puedes encerrar, es ilegal porque ellos no son tus hijos. —Refutó con el ceño fruncido. 

—Pero tú si eres el mío, así que no lo sé, creo que eso me da derecho y esta casa es mía, las paredes son mías, tu cuarto es mío, tu cama también la compré yo-.

—Tampoco puedes hacerle eso a tu único hijo, ¿sabes? —Interrumpió el menor completamente fastidiado.

—Hagamos algo, Asahi. Ve y pon una demanda en el juzgado, si quieres te llevo ya que no puedes conducir porque no tienes licencia y tampoco te daría mi auto, hasta te ayudaré a poner el caso.

—¡PAPÁ! No tengo cinco años. ¡Ya basta! —El menor se cruzó de brazos esperando a que su padre dejara de actuar de modo tan infantil porque realmente a veces lo agotaba pero el mayor estaba demasiado concentrado en lo suyo y ni parecía importarle, había salido temprano a su oficina y había regresado también temprano.

—Quizás en un tribunal de menores te acepten una petición y entonces tendrías que trabajar, me darías tu computadora y trabajarías por la tuya, ¿qué tal suena eso? te pondré un alquiler también, sin descuentos, en esta casa no hay favoritismos. 

—¡Agh! ¡ERES INSOPORTABLE E INFANTIL! —Esperó el menor antes de caminar hacia la salida con largas zancadas.

—¡Yo también te quiero, enano! —Respondió Choi alzando ligeramente la voz, porque con su tono natural no era necesario elevarla tanto.

—¡No me hables! —Asahi se giró para mirarlo y salió de la oficina tirando la puerta tras de sí, gruñendo después de escuchar el "es una broma" de su padre, haciendo retumbar su voz por toda la casa, como habitualmente lo hacía. 


        Jiyong había pasado todo el día encerrado en su habitación, preocupado, aislado, pensativo, se sentía herido porque parecía que aunque él hubiese desaparecido el mundo. Tenía miedo porque esta vez no tenía justificación y de la única cosa que estaba seguro en ese momento era que en la tarde anterior cuando habló con Jongwoon mintió porque no quería decir "te amo" él solo quería decir adiós, porque él no quería sentarse y fingir que una tortuga era su espíritu animal, él quería decirle que todo estaba mal y que no le gustaba la rutina que estaban viviendo, que había descubierto en su supuesto seminario que quería otro tipo de vida. 


    Porque aunque estudió para ser algo que todos querían, había descubierto que en realidad le gustaban los animales y que era bueno relacionándose con ellos y por eso la tortuga que según Seunghyun llevaba días sin comer ahora lo estaba haciendo, ya no se escondía como lo hacía la mayoría del tiempo y Jiyong se sintió envidioso de eso. Porque él quería ser así también, quería sentirse confiado de sí mismo y que las personas a su alrededor le animaran a hacer lo que sea que él quisiera, incluso si solo decidía correr desnudo por toda una playa. Necesitaba sentirse apoyado y no controlado. 

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