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24. ¿Juicio?

         Dar el primer paso dejando atrás a Jongwoon fue lo más valiente que Jiyong había hecho en su vida, posiblemente la primera vez en la que tomó como prioridad lo que quería y no lo que otros esperaban que hicieran. No se trataba de si el otro era un buen tipo, si se habían acompañado por tanto tiempo o si su amor había sido muy fuerte y duradero, porque eso ya no estaba y nada de eso era suficiente para mantener una relación, ¿que si Jiyong era uno de esos pocos tontos que dejaba ir a un buen hombre? lo era, por supuesto. Pero era mucho más inteligente por elegir ser feliz. 

       Tomó el primer taxi olvidándose por completo de su equipaje y fue directo a casa, con toda la ansia comiéndole en la boca del estomago, ni siquiera sabía si lo que estaba haciendo estaba bien, si era correcto actuar sin pensar porque para ser sincero consigo mismo ni siquiera estaba haciendo el proceso de análisis, su corazón simplemente le decía que debía seguir su instinto y aunque su decisión inicial debió ser tomar sus cosas y mudarse porque era él quien había dejado a Jongwoon, su cabeza solo pensaba en una cosa: Choi Seunghyun. 

        Bajo ese pensamiento tomó una ducha, se colocó el traje que Chanwoo le había llevado y le tomó al menos un par de horas ajustar su cabello con gel, ponerse cremas, perfumes y cualquier cantidad de productos que lo hicieran ver como el hombre ideal. Solo faltaba una cosa: un gran ramo de lirios amarillos y una caja del mejor whisky que pudiera encontrar, detalles que logró resolver cuando la luz oscura había golpeado el cielo y la noche se había adueñado de la valentía que corría por las venas de Jiyong y que esperaba que no lo abandonaran ahora que estaba frente a la puerta de Seunghyun. 

—¡¿Olvidaste las llaves?! —La voz profunda se escuchó desde el interior del lugar y finalmente la figura del hombre apareció tras abrir la puerta, su camisa negra a medio arreglar y pantalones entallados le quitaron la respiración a Jiyong. —¡¿Asahi?! —Lamentablemente la cobardía regresó al cuerpo de Jiyong y terminó escondiéndose entre los arbustos a un lado de la casa. 

         Para cuando Seunghyun salió dando miradas hacia todos lados, notó que no había nadie en los alrededores así que no tardó en volver a casa, dejando a Jiyong con el corazón desbocado y con un pétalo de lirio en la boca. Se sentía ridículo, ¿acaso no iba a poder enfrentarlo?... Le tomó unos minutos volver a armarse de valor y plantarse frente a la puerta, empujar su dedo en el timbre y esperar una vez más. 

—¡Oiga! Si viene a recitar algo religioso o a ofrecerme una casa o seguros de vida, ¡NO LO QUIER-.. —Seunghyun calló sus palabras en cuanto abrió la puerta, su mirada se enfocó segundos mas tardes notando un ramo de lirios amarillos en el suelo de su entrada. 

¿De dónde había salido? —¡¿HOLA?!... ¡¿HOLA?! —El pelinegro llamó varias veces con insistencia pero no recibió ninguna respuesta, así que decidió tomar el ramo e ingresar de nuevo a su casa, esta vez asegurándose de vigilar unos segundos más antes de cerrar la puerta principal. 

        Jiyong quería golpearse la cabeza contra la pared, estaba tan asustado que no era capaz de tenerlo frente a frente aun cuando tenía la oportunidad, porque... ¿y si lo rechazaba? ¿Y si Seunghyun le decía que nunca quiso intentar algún tipo de relación con él? Jiyong debería entenderlo pero su corazón desesperado por un refugio no lo captaría tan fácilmente... Debía dejar de ser así, por ello tomó valor nuevamente, inhaló y exhaló antes de caminar de nuevo frente a la puerta y dejar la cajita de whisky con una nota: "¿Podemos hablar? Marca aquí si tu respuesta es sí ___ / Marca aquí si tu respuesta es no ___ . Te quiere, Jiyong."