06

912 110 45
                                    


Ken dejó de escuchar el llanto de Big unos minutos después pero a pesar de eso decidió esperar a que el mayor se separara por si solo, cosa que no sucedió ya que en un movimiento para acomodarse en una posición más cómoda para ambos se percató de que Big se había quedado dormido. Sonrió inconscientemente y con su mano derecha acarició lentamente su mejilla y suspiró, se alejó lentamente tratando de no despertarlo y recostó al mayor en aquel sofa donde se encontraban. 

Finalmente se estiró ya que tenía el brazo dormido por todo el peso del otro chico, también se dió cuenta de que su saco estaba empapado de lágrimas por lo que dejó solo al mayor para ir a cambiarse.
Una vez que se cambió regresó nuevamente a la otra habitación donde Big ya estaba despierto y ahora se encontraba parado viendo a través de aquel ventanal.

¿Dónde estabas? - preguntó el mayor.

Fui a cambiarme, mojaste mi otro saco de lágrimas. - contestó Ken poniéndose junto a él.

¿En serio? Lo lamento, lo que pasó antes fue un impulso, olvídalo por favor. - dijo, apenado.

Oye, no te preocupes por eso. Solo, la próxima vez que me mojes, que no sea con tus lágrimas. - dijo, en un tono bastante coqueto.

No seas idiota - respondió Big empujando al otro chico quien soltó una carcajada.

No te enojes, estoy jugando, solo quiero que dejes de pensar en Kinn. - dijo eso último, pero soba más como si hubiese pensado en voz alta.

¿Eh? - preguntó confundido.

No dije nada, solo que no te lo tomes tan en serio.

Bien, supongo que está bien. Pero no bromees tanto con eso, es extraño.

¿Por qué? - preguntó Ken, volteándolo a ver fijamente a los ojos.

No te debo explicaciones - contestó molesto.

Oyy, vuelves a ser grosero de nuevo, me gusta más cuando eres vulnerable.

Vulnerable mi trasero, yo no soy así.

Oh, ¿en serio? Porque hace menos de una hora estabas justo llorando en mi hombro, tan aferrado a mí e incluso te sentías tan cómodo que te quedaste dor-

¡Ya! Ya cállate - interrumpió molesto poniendo la mano sobre su boca.

El menor tomó la muñeca del menor y solo jaló a Big más hacía él logrando así descubrir su boca, pero ahora estaban a unos cuantos centímetros mientras el mayor lo veía un poco confundido.

¿Por qué no me callas? - cuestionó Ken, quien se desconocía en estos momentos porque ni siquiera el mismo sabía la razón por la que estaba reaccionando así pero solamente estaba siguiendo sus estupidos impulsos, o más bien, estaba siguiendo su corazón.

El corazón de ambos empezó a latir con fuerza, ninguno de los dos estaban seguros de lo que estaba pasando pero tampoco querían alejarse, inconscientemente comenzaron a cortar aquella distancia que los separaba hasta que sus rostros quedaron juntos y pegaron sus frentes, entonces Ken tomó el rostro del mayor entre sus manos y con su dedo pulgar acariciaba por la parte de los pómulos que aún se sentían humedos por lo anterior.

No me gusta verte llorar. - dijo casi en un susurro, como si alguien los escuchara. - no sé porque pero, me siento mal también.

Lo que pasó hace un rato, fue sin pensar. Yo tampoco quiero estar sufriendo así Ken. - contestó aún sin alejarse.

El menor abrió un poco los ojos y vió al otro chico que permanecía con los ojos cerrados entonces finalmente se atrevió a hacerle caso a aquel pensamiento que no abandonaba su mente.

Finalmente terminó por cortar por completo aquella distancia que había entre sus labios y le dió un beso corto, siendo más bien como un piquito. 
Se regresó sin alejarse por completo, Big también abrió los ojos provocando así el contacto visual por unos 10 segundos hasta que ésta vez fue el mayor quien se atrevió a besarle.

Pero al contrario del beso anterior, éste fue un beso largo, que aunque era lento y algo torpe demostraba que al parecer ambos estaban deseando esto desde antes.  Se separon por un par de segundos y entonces Ken le sonrió, por lo que Big solo respondió besándolo de nuevo, un poco más rápido y desesperado, pero demostrando miles de emociones que ni ellos mismos entendían.

Quererte no es tan malo - BigKen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora