20

697 78 18
                                    


Ken estaba bien ahora, no había sido tan grave ya que solamente resultó ser una herida de bala en la parte superior del brazo. Ahora estaba descansando y probablemente mañana podría ya salir del hospital.

Lo que si había pasado era que los médicos le hicieron saber a Big que Ken no se estaba alimentando bien, que tenía síntomas primarios de anemia. Le dijo que según los análisis no tenía nada en su estomago y que tenía un índice de masa corporal muy bajo y también presentaba demasiada deshidratación.

Ya era algo tarde y estaba anocheciendo por lo que Kinn tenía que volver a casa.

Big en toda la tarde no se había movido de ahí, estaba en la sala del hospital esperando para poder verlo. Estaba con su pierna moviéndose constantemente de arriba hacía abajo y con la preocupación a todo lo que da.
Incluso sabiendo que la posibilidad de que estuviera grave no era tanta, se había preocupado demasiado y se sentía tan mal de solo pensar en perderlo.

Aunque bueno, ya había perdido al Ken que quería pero por lo menos quería que se mantuviera con vida y seguirlo viendo aún sin ser nada.

Habló con Kinn y le dijo que él se quedaría a cuidar a Big, el mayor no cuestionó nada y aceptó. Le dió una palmada en el hombro y solo le susurró "suerte" para luego irse.

Entró a la habitación que era de Ken y éste estaba acostada explorando toda la habitación, parecía aburrido. Hasta que volteó a la puerta y lo vió, le sonrió triste.

¿Cómo te sientes? - preguntó Big.

Estoy bien, no fue para tanto.

¿No fue para tanto? Te dispararon, idiota. - regañó el mayor.

Fue un disparó, ¿acaso tu no has recibido uno? - dijo Ken riendo. - estoy bien, ahora estoy fuera de peligro.

De todas maneras, me enteré que te estás descuidando. Bajaste demasiado de peso, se ve que no has dormido y tampoco has comido. Estás a nada de enfermarte. - regañó.

Lo siento, no es para tanto.

Deja de mininizar tus malditos problemas. - dijo Big.

¿Por qué?

La pregunta es estupida.

No Big, ¿por qué sigues aquí?

¿Por qué me salvaste la vida? ¿Por qué te atravesaste?

No iba a dejar que nada te pasara.

Y ahora estoy aquí cuidándote, deja de cuestionar todo. Además, ¿quién más iba a querer quedarse contigo? - el menor solo suspiró sin responder. - Ya perdón, estoy bromeando.

Está bien, supongo que es lo mínimo que merezco. Ni siquiera sé porque estás aquí.

Estoy aquí porque se que esa noche, no eras tú... Ken, ¿en serio no me quieres ni un poco? Si me das la oportunidad, puedo hacer que te enamores de mí. - pidió y Ken se sintió tan mal, odiaba ver a Big rogando por él.

Por favor no hagas esto más difícil, perdóname por todo lo que te dije el otro día. Tú eres suficiente para cualquiera, pero tú y yo no podemos estar juntos.

¿Me amas? - preguntó Big y no tuvo respuesta. - Ken respóndeme, ¿me amas?

Te amo. - respondió Ken, queriendo llorar.

¿Por qué lloras?

Porque te estoy haciendo daño.

Si me explicas todo puedo entenderlo.

¿Puedes esperar? Te prometo que voy a resolver todo, pero no quiero estar contigo sabiendo que por mi culpa puedes salir dañado, te lo ruego. - pidió Ken, tomando su mano.

¿Tan malo es? Por favor confía en mí. - rogó.

Confío plenamente en ti, pero quiero resolver esto por mi cuenta.

Puedo esperarte, pero sigues siendo un idiota por todo lo que me dijiste esa noche.

Perdóname, sé que hice mal pero era la única manera de poder alejarte. Lo siento, fui muy tonto pero nada de eso es verdad, te amo, te amo mucho. - confesó el menor.

¿No vas a volver a dejarme? - preguntó Big.

No digamos que estamos juntos de nuevo, por favor. Te diré cuando sea el momento, pero en serio.  ¿Podemos actuar indiferentes? - dijo Ken, esperando no ser descubierto.

Está bien, te esperaré lo que sea necesario.- contestó resignado.

Acércate. - pidió y el mayor confundido se acercó, Ken dió un beso en su frente. - Te quiero.

¿Tienes hambre? Debes comer.

La comida de aquí sabe horrible. - ambos rieron.

Iré a comprarte algo, lo que tú quieras. Pero tienes que comer algo.

Está bien, elige lo que tú quieras. - Big asintió.

Regresó más tarde. - dijo el mayor.

Con cuidado. - respondió y segundos después el mayor salió de la habitación.

Ken suspiró, nuevamente estaba arruinando todo. No pudo negarse ante el mayor, realmente necesitaba tanto el tacto de Big.
Pero ésta vez tenía pensado hacer las cosas distintas, iba a hacer todo lo posible por renunciar a su trabajo, no sabía como le haría pero no iba a permitir que algo le sucediera al chico de sus ojos.

Media hora después llegó Big, comieron juntos y estuvieron en silencio, diciendo frases cortas de vez en cuando. Ahora que estaban "juntos" nuevamente se sentían más tranquilos.

La hora de dormir había llegado y Big se acostó en un sofa que había en la habitación, Ken lo vió con confusión pero no dijo nada. Parecía más bien ninguno se atrevía a decir nada.

"¿Quieres dormir conmigo?" "¿Puedo dormir contigo?", dijeron ambos al mismo tiempo, riendo después de eso.

Pensé que no ibas a decirlo. - dijo Big para luego irse con el menor.

No sabía que te irías al sofa.

El mayor se acostó a un lado de Ken y luego se voltearon frente a frente, se quedaron viéndose a los ojos por mucho tiempo.

Te ves lindo. - dijo Ken, el mayor sonrió.

Te extrañé, por favor no vuelvas a irte así. - pidió Big, triste.

No lo haré.

¿Lo prometes? - Ken temió, ¿podía prometer algo como eso?.

Big... ¿por qué quieres que prometa eso?

Sé que tal vez un día nos separemos.. pero por ahora solo quiero disfrutar mi vida a tu lado. Hazlo, no es tan literal, no te preocupes.

Está bien. Te prometo que no me voy a ir más y que no te lastimaré de nuevo. - dijo y luego le mostró su dedo meñique, para cerrar esa promesa.

Luego hicieron aquella "pinky promise" ambos riendo después de eso.

Deberíamos dormir, ven acá. - pidió Big.

No, déjame cuidarte ahora yo a ti. - respondió Ken. - recuéstate sobre mi pecho.

Big le hizo caso y se acercó al menor para posar su cabeza en su pecho, tratando de no lastimarlo. Luego de eso por fin pudo suspirar de tranquilidad, anhelaba tanto poder hacer eso desde que terminaron.
Ken le dió un beso sobre su cabello y luego lo abrazó fuertemente, temiendo que se fuera.

Te amo, prometo ser la persona que te mereces. - dijo Ken cuando ya el mayor estaba profundamente dormido.
















no se me asusten hombre, ya hasta me querían quemar la casa 😔😔

pero aquí puro amor.

Quererte no es tan malo - BigKen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora