Quererte no es tan malo - BigKen.

24 (final)

Dos meses después.

Habían pasado dos meses desde que sucedió aquel evento que los perjudicó tanto. Ahora por fin estaban estables, viviendo en Japón, tanto como los dos soñaban desde hace años.

Kinn había logrado solucionar todo, les consiguió un lindo departamento y un trabajo digno a ambos. No hablaban con él desde entonces, sinceramente Kinn tenía cierto tipo de rencor a Ken. Y además, nunca tuvieron una relación tan cercana, ahora que habían dejado de trabajar juntos no había la necesidad de continuar en comunicación.

Cuando Big aceptó la propuesta de Kinn, éste inmediatamente le sugirió la idea de salir del país. Había dos razones, la primera era simplemente que tenía que asegurarse que estaba fuera de vista de Ken; la segunda era su tío, cuando el menor le contó todo acerca de su plan y esas cosas se dió cuenta de que la vida de ambos chicos corría riesgo, por lo que optó por la idea de que se fueran de Tailandia.

Big y Ken al fin habían tenido una conversación después de eso, el mayor al inició seguía un poco indeciso con la idea pero al final sabía que se iba a arrepentir, y además tenía ia oportunidad de cumplir su sueño con quien consideraba que era el amor de su vida.
En ese momento ellos decidieron terminar su relación, no por algo malo. Simplemente consideraron que era lo mejor, que era una señal de que comenzaran desde 0, sin mentiras. Y que se dieran el tiempo de conquistarse mutuamente.

Definitivamente esa fue la mejor decisión de su vida, era demasiado lindo como uno hacía el mínimo esfuerzo por el otro, como se daban pequeños detalles, como algunas veces Big hacía el desayuno para Ken y viceversa, los jueves eran día de película, ya estaba decidido.

Lo mejor y más romántico de todo, cada día que Ken tenía "una salida casual a la tienda" traía consigo una rosa roja.
Así estuvo durante un mes entero, hasta que en una cita de picnic, Ken se confesó. Ahora estaban más enamorados que nunca.

                       

   

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Cariño, el desayuno está listo. - habló el chico de cabello largo.

Huele delicioso. - contestó el otro chico abrazándolo por la espalda, Big sonrió.

Ya, ponte a comer.  - dijo separándose de él para irse a sentar.

Hoy era sábado así que era un día libre para ambos, sinceramente no habían ideado ningún plan, probablemente solo estarían en casa descansando, pedirían algo de comida a domicilio y perderían el tiempo. Aunque sinceramente con el hecho de estar juntos cualquier cosa que hicieran era divertida.

Últimamente los dos estaban con bastante trabajo por lo que lo último que querían era estar rodeados de gente en sus días de descanso, la idea de salir a fiestas o a bares no les llamaba tanto la atención. También el hecho de que no conocían a casi nadie no les ayudaba, aunque ciertamente ellos tampoco ponían de su parte.
En sus trabajos, desde el primer día las chicas cayeron por ellos, inmediatamente comenzaron a invitarlos a salir, a darles su número y a ofrecerse para "ayudarlos a conocer Japón". Claramente ellos rechazaron a todas y ninguna entendía porque, ya que incluso la chica consideraba más linda en aquella empresa y aquella que era la chica ideal de muchos, estuvo interesada en Big, pero éste simplemente la ignoró por completo.