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Ken regresó devastado a casa, tenía que terminar su relación antes de dos malditos días y no sabía como le haría. No creía poder soportar hacer sentir mal al mayor, se sentía tan mal y con demasiadas ganas de morir. Todo lo que necesitaba en estos momentos era lo único que no podía tener.
Quería que Big lo apoyara y lo consolara, pero sabía perfectamente que decirle no era una opción. Simplemente tenía que hacer su trabajo, probablemente con el tiempo el mayor superaría aquella ruptura, pero él no creía poder superar si algo le llegaba a pasar a Big por su culpa.

Su plan era simplemente actuar distante durante el día para tal vez darle señales al otro, o simplemente hasta que se logre armar de valor para poder romper con Big.
Llegó a su habitación y el mayor ya estaba dormido, estaba dispuesto a dormir nuevamente en la que solía ser su cama pero vió que el mayor ya había dejado acomodadas las almohadas como a él le gustaba, sus ojos se llenaron de lágrimas y simplemente decidió dormir con Big, muy seguramente ésta era la última noche que dormirían en la misma cama.
Se cambió de ropa y se acostó, dándole la espalda a su novio, normalmente llegaría y lo abrazaría o se acostaría sobre su pecho, o probablemente si quería molestarlo se hubiese lanzado encima de él para despertarlo o simplemente estaría dándole besos en la punta de su nariz, amaba besarlo y le gustaba mucho admirarlo mientras dormía. Pero lo último que quería era hacer eso y aferrarse aún más él, no podía permitir que le hicieran daño así que no tenía otra opción.

Sin darse cuenta comenzó a llorar, estaba tratando de llorar en silencio pero derrepente sacaba sollozos y sorbía su nariz, por lo que llevó su mano a su boca y la tapó para evitar ser descubierto. Cuando de pronto sintió como un brazo lo rodeaba y alguien lo abrazaba por detrás.

No te preocupes en callarte, llora todo lo que quieras llorar. - escuchó a Big decirle.

Eso lo hizo llorar aún más, así que Big solo hizo que se volteara para abrazarlo y consolarlo, sin poder negarse. El mayor solo lo acostó en su pecho mientras le daba leves caricias. Besó su frente y le susurró que todo estaría bien.

Sin preguntarle que pasaba, sin saber los motivos.




Al día siguiente Ken despertó con los ojos hinchados, su primer pensamiento fue Big. No podía hacerse tonto y ser vulnerable ante él, sabía que tenía que dejarlo ya. Suspiró y se levantó para ir a bañarse pero se dió cuenta de que el mayor estaba en el baño por lo que iba a regresar pero escuchó a Big hablar.

Puedes meterte, ya voy a terminar yo. - No contestó nada y simplemente regresó para sentarse en el sofa, el mayor se quedó confundido pero pensó que tal vez no lo había escuchado.
El menor salió del baño con una toalla en su cintura y caminó hacía donde estaba Ken.

¿No me escuchaste? - dijo, alborotando su cabello.

Si te escuché. - respondió él, volviéndose a "peinar".

Mmh está bien. - se acercó rápidamente para darle un beso al menor pero éste se alejó.

Voy a bañarme. - dijo de manera indiferente para irse de ahí, dejando a Big completamente confundido.

Eran aproximadamente las tres de la tarde y Big no había visto de vuelta al menor, estaba un poco confundido ante su comportamiento pero no quería presionarlo, recordó aquello qué pasó en la noche, tal vez no se sentía bien y quería estar solo.

Más tarde el Srto Tankhun cocinó algunos cupcakes y como estaba emocionado por lo bien que le habían salido, les regaló a algunos de ahí.
Big no comía postres, pero sabía perfectamente que Ken sí. Así que para él no molestarlo le pidió a Arm que se lo llevará, éste accedió y buscó al menor, encontrándolo en el patio. Ken no dijo nada y solo tomó el pastel, aún sabiendo quien lo había mandado.
Eso hizo a Big pensar que si había aceptado lo que le mandó el problema no era contra él, por lo que fue a buscarlo pero al llegar al lugar ya no estaba, volteó y solamente vió aquel "obsequio" en el bote de la basura. Provocando que su corazón doliera.

Más desilusiones estuvieron pasando durante el día, con Ken ignorándolo por completo y presenciando actitudes que nunca había visto en él.
Por fin llegó la noche así que se fue a su habitación, ésta vez no iba a dejar que el otro lo ignorara. Pero su sorpresa fue cuando entró al lugar y vió a Ken sentado en la cama, completamente serio.

¿Estás bien? ¿Quieres hablar? - Big tomó la iniciativa, Ken asintió. - ¿Qué es lo que te pasa?

Estoy cansado de todo. - a Ken le dolió decir eso, estaba mintiendo. Pero tenía que ser rápido.

¿Mmh? Creo que entiendo, ¿estás cansado del trabajo? ¿cierto? Creo que podríamos pedirle a Kinn unas vacaciones y tal-

Sabes a que me refiero Big, no te hagas tonto. Estoy cansado de todo, de nuestra maldita relación, quiero terminar contigo. - dijo finalmente.

Quererte no es tan malo - BigKen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora