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Ken se encontraba en camino a la casa de la segunda familia, ya no se sentía cómodo con la idea pero no había marcha atrás. Desde que se dió cuenta de que algunos estaban sospechando le aterró la idea de lo que podía pasar si se daban cuenta que él era quien estaba dando información a la segunda familia.
Llevaba un año "trabajando" para ambas familas, desde que la segunda familia lo contrató le aclararon lo que tenía que hacer, en un inició se negó ya que no iba a arriesgar su vida de tal forma pero haber entrado a la mafia había sido un error y no le quedaba otra opción. Él estaba consciente de que ambas familias eran malas y tenían sus secretos, pero él solamente estaba haciendo su trabajo y no importaba otra cosa.

A veces era muy frustante ya que no tenía tanto ingenio para obtener la información que necesitaba sin que sospecharan de él, era difícil también cuando no lograba conseguir nada y era maltratado por Kun de manera que no le quedaban ganas de volver a ese lugar, pero ahora no podía hacer nada. Sinceramente había veces en las que se arrepentía tanto y solo tenía ganas de salir corriendo de ahí pero otras veces solamente pensaba en el dinero que ganaba, en los beneficios que tenía y verdaderamente, le había tomado gusto a matar personas, solo cuando no eran inocentes, obviamente. Pero se había autodescubierto y se dió cuenta que no era tan diferente a los malos de ahí, le gustaba tener el control de muchas situaciones y que algunos estuvieran ante a él, era cuando no se arrepentía de nada y tenía que seguir.

En estos momentos estaba sentado en la oficina del Sr. Kun, esperando a escuchar sus reclamos ya que no había obtenido mucha información. Para ser honestos, toda ésta semana no le había tomado importancia a lo que era su trabajo, lo único que estos últimos días había estado en su mente era Big, había estado ocupado con él y no olvidaba que hoy tenían una cita. Sabía lo que le esperaba, que sería golpeado o amenazado pero no le importaba mucho porque sabía los motivos, los cuales tenían que ver con su novio.


Escuchó una puerta abrise y entonces sé puso de pie para saludar cordialmente al Sr. Kun.

Siéntate. - dijo él y Ken hizo caso.

Estoy algo ocupado así que vamos al punto, ¿traes información útil? - el menor negó. - Ésta es la tercer vez que vienes sin nada, me estoy cansando, Ken. Ibamos muy bien y ahora me estás fallando, ¿no crees?

Sr. Kun, lo siento. Las cosas en casa de la familia principal han estado muy tranquilas últimamente, lo único que sé es que el Sr, Kinn consiguió cerrar trato con unos inversionistas coreanos, lo que les traera una gran cantidad de dinero, es todo. Además... - se calló.

¿Además? ¿Qué ibas a decir? - cuestionó.

Ken estaba por decir que ya sospechaban de su plan pero se arrepintió, se dió cuenta que eso lo ponía aún más en riesgo ya que conocía perfectamente el caracter de Kun y también sabía que preguntaría quienes eran los que pensaban eso, y si le decía que uno de ellos era Big, el mayor no iba a dudar en hacerle daño. Y él no iba a permitir eso.

Te estoy hablando. - alzó la voz.

Y reconocimiento, eso es lo que quiero decir.
Después de eso habrá más personas interesados en ellos y eso es lo que pasará. - dijo Ken, tratando de no ser descubierto.

Mmmh ya veo, tienes razón. Pero no me tienes contento con tus estupidos trabajos, tú no eras así. No creas que tengo compasión de ti, para la próxima necesito que traigas información de los próximos movimientos que tendrán, no me importa a quien tengas que dañar en el proceso. ¿Escuchaste? - dijo, sonando como una amenaza.

Entiendo Sr. Kun, no lo decepcionaré la próxima vez.

Bien, puedes irte ya, tengo prisa. - abrió un cajón y sacó un sobre para aventarselo. - Ahí está tu pago.

Ken asintió y le dió las gracias, luego se puso de pie y se despidió cordialmente para salir de aquella habitación.


Ken no sabía en que estaba metido en estos momentos, no podía arriesgarse en ninguno de las dos casas.
Si no investigaba nada Kun probablemente lo mataría pero también si trataba de sobrepasarse en la familia principal todos sospecharían de él.

Trató de no pensar mucho en eso, quería relajarse hoy para estar con Big y ya después pensaría en un mejor plan para eso.

Por su mente pasó la idea de manipular a su novio para que lo ayudara a obtener información, el mayor era uno de los que más se involucraba en los casos importantes en esa casa así que pensó que era una buena opción. Pero, no podía, se dió cuenta que estaba siendo un idiota al imaginar algo como eso, Big estaba siendo sincero con él y no merecía algo como eso. Tenía miedo de que Kun y su gente se dieran cuenta de su relación con Big, probablemente lo iban a amenazar con hacerle daño y eso sería todo su culpa.

Era un idiota y merecía morir pero Big, Big era diferente a él y no quería que nada malo le pasara. Por eso, por más cosas malas y turbias que estuviera haciendo, no involucraría a su novio en nada de eso. Solamente se encargaría de cuidar de él.

Quererte no es tan malo - BigKen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora