Killer Smile KookV

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Capítulo largo por el Kookie day.
Un poco atrasado pero es lo que vale <3

Jungkook estaba limpiando su arma en su despacho como cada mañana de su vida cuando no despertaba junto a Taehyung.

-Te ves del asco - Levantó la mirada - Como si no hubieras dormido nada.

-Es que no he dormido nada - Dejó el arma sobre el escritorio - ¿Qué los trae por aquí?

-Quiero hablar contigo de algo importante.

-Y yo quiero ver a Tae.

-¿No le dijiste qué no está?

-Se me olvido ese pequeño detalle - Rasco su nuca- Pero igual quiere ver a Estercita no hay problema alguno por eso.

-¿Y por qué no está? - Hizó un tierno pucherito.

-Se molesto conmigo pero... - Se escuchó una puerta ser azotada - Creo que ya lo trajeron.

Fuera de la habitación había un chico de cabello azul refunfuñando y haciendo pataletas.

-¡Odio tanto esto, ¿Por qué no puede ser una persona normal?!- Se escuchó un grito - ¡Todo tiene que ser por la fuerza, nada le costaba dejarme en mi puta cama!

Taehyung subió las escaleras de la mansión hasta la habitación de Jungkook en donde se escucho otra puerta ser azotada.

-Si me disculpan, ya vuelvo - Jeon se levantó de su silla - La casa es suya pueden hacer lo que quieran mientras que no sea follar en mi sillón.

-No prometo nada - Se burló su hermano.

Jungkook no dijo nada solo salió de su despacho con dirección hasta su habitación, al llegar pudo notar que la puerta estaba cerrada con seguro. Eso ya había pasado anteriormente y estaba preparado para cualquier cosa, por eso llevaba una llave en su bolsillo.

Al entrar pudo observar a su pareja sobre la cama hecho una bolita con las sábanas, suspiró y con cuidado se acercó a él.

-¿Cómo estás hoy? ¿Ya estás más calmado?- No obtuvo respuesta.

Taehyung por otro lado estaba enojado, él tenía su razón para estarlo aunque Jungkook dijera que exageraba.

-Muñeco te estoy hablando.

De nuevo no obtuvo repuesta.

-Taehyung basta ya - Le quitó las sábanas observando el rostro lleno de lágrimas del chico - ¿Muñeco qué te pasa?

-Yo estaba bien en mi maldita casa cuando tus malditos hombres entraron a mi maldito cuarto para traerme a está maldita casa con tu maldita presencia - Frunció el ceño - Y dame acá la maldita sábana.

-¿Ya te cansaste de maldecir? - Rio bajito.

-Eres un maldito - Sorbió su naríz.

-Sí amor, soy todo lo que tu digas pero necesito saber ¿Por qué estás tan enojado?