La primera fuente no es siempre la mas confiable

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Era extraño de mi no poder dormir, no poder pegar los ojos en toda la noche y que cada posición me pareciera incomoda, que detectará cada mal olor o escuchara cada sonido (por pequeño que fuera); pero luego de la conversación con James, de que el terminara confirmado como en un inicio se quería vengar de mi hermano porque fue parte de un plan muy bien estructurado de una zorra con buen cuerpo y cara bonita, me pateo. Pedí con la poca voz que me queda que me llevara a mi casa, el trayecto de regreso fue en silencio, o por lo menos para mi fue así, fue como si mis odios se hubieran desconectado de mi cerebro, el cual andaba a mil por hora y era cociente de cada movimiento que el hacia, pero ignoraba todo lo que decía. Era como si una parte de mi, esa que creía quererlo sabia que si lo escuchaba justo ahora justificaría todo lo que había hecho, lo perdonaría y trataría de volver todo a la normalidad. Aún así pareciera como si James hubiera estado hablando para la grabadora en mi cabeza, grabadora que justo ahora decidió poner PLAY a todas sus grabaciones y tenía mi cabeza divagando. De palabra a palabra, acompañada de cada gesto o movimiento, del tono de voz usado y cada pequeño detalle que con este tuviera. Empezaba a sentir el dolor de cabeza creciendo, y al final decidí optar por mirar una película. Porque nada podía estar mal si estaba yo y mi colección de películas, o Netflix, en su debido caso. Al llegar a mi departamento la primera e única persona con la que me había cruzado había sido mi hermano. Me sonrió y al ver mi cara de los mil demonios trato de indagar pero jurado no quería hablar con el. Necesitaba hacerlo, pero no lo haría ahora; no tenía ni la cabeza ni el corazón para lo que tuviera que decir. Así que simplemente me encerré en mi habitación. Sin embargo justo ahora pensaba en todo lo anterior en vez de ponerle algo de atención a la película.

Fingí estar dormida cuando mama y papa trataron de entrar para saber como me había ido, pero sentía cierto enojo. No contra ellos claros, contra los chicos de grado décimo. Pero tampoco quería pensar en ellos, al final en algún momento de la noche el cansancio, peso del día y de mis ideas hicieron que quedara profundamente dormida, hasta la 1 de la tarde del día siguiente. Escuche la puerta cerrarse y me re acomode en la cama para estar más cómoda. No me quería para, no me quería bañar, no quería pensar, no me quería mover aunque el hambre destornillaba mi ser. ¿Siempre me sentiré así? No, o bueno eso decían en las películas. ¿Tendré que cargar con estos recuerdos de por vida? Al parecer si, pero podría crear memorias mejores y olvidar estas.

–James, largemonos ya mismo de mi casa – escuche susurrar a Nicolás al otro lado de mi puerta.

–¿Dónde están tus papas? – pregunto James en los mismo susurros que daba mi hermano.

–Tuvieron que salir, a vos que mierda te importa. ¡Vámonos!

–¿Y Laura? – trato de indagar como quien no quería la cosa. Como si se preocupara o sintiera el peso de la culpa. Mi corazón se encogió un poco mas.

–Dormida. ¿Porqué te interesa?

–Ayer cuando la fui a recoger me pregunto por Valentina Ruiz – le dijo con el mismo corazón frío con el que yo le había lanzado la pregunta el día anterior. Me senté sobre la cama y escuche atenta ahora la conversación que se llevaba acabo fuera.

–¿Que quería saber? ¿Qué mierda te dijo? – indago mi hermano sonando contenido. Quería gritar. Y definitivamente no era el único, yo quería gritarlo a el. ¿Como podían hablar de lo que fuera que hubiera pasado con esa zorra de Valentina justo al otro lado de mi puerta? ¿Eran imbéciles o que?; sentí el creciente enojo pero fue dispersado por la creciente duda. ¿Porque secrietaban como si trataran de ocultar algo? Eso era lo que claramente me dejaba saber el tono de voz con el que hablaban ¿Había algo que no me podía enterar? Bueno habían muchas cosas que yo no podía saber, pero ellos habían elegido hablar justo detrás de MI puerta.

Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora