Finalmente acabo la cena.

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La cena llego a su fin mas rápido de lo que cualquiera hubiera pensado. Luego de acabar de recoger todo el reguero realizado en las mesas, los chicos ubicaron las mesas de tal manera que entráramos todos, al final armaron un cuadrado grande para los 31. Nuestros padres, se encargaron de ayudar a recoger las sillas y apilarlas mientras comíamos. Cada uno se encargo de su cena,  me senté entre María y Garrett. Era extraño vernos comer de seguirlo, nadie dijo nada, creo que el cansancio podía con todos, mas el hecho de haber pasado las ultimas dos horas paseando comida y platos sucios de aquí para allá sin mucho tiempo de descanso para comer. Mis padres hablaban animadamente con los de María y mi hermano con su 'novio'. La verdad al igual que María y yo a veces parecían pareja, todo el tiempo estaban juntos, de aquí para allá. Me concentre en hablar con mi combo. La verdad estábamos todos muy revueltos de emociones, era algo así como un remix entre la emoción de por fin acabar con la secundaria, la nostalgia de dejar de ver a nuestros amigos prácticamente todos los días, el afán de acabar con proyecto de grado, los nervios del examen nacional, y todas las cosas que incluyen esa recta final. Como venían siendo los últimos meses.

-¿Se tienen que quedar a arreglar? - pregunto Nicolás, sorprendiéndome por su repentina aparición. Alce mi vista de mi plato a mi hermano, estaba apoyado entre la mesa y mi silla tapando por completo a María. 

- Si - le dijo Garrett. Aprecie a mi alrededor lo mas rápido posible y efectivamente aun estaba bastante desarreglado.

- Mamá y papá están muy cansados, ¿te parece si te vas con nosotros?- pregunto, detrás de el James revisaba su celular. 

- Seguro-. Le dije volviendo a mi comida. Luego de eso Nicolás comunico la noticia a mis padres por lo que se acercaron a despedirse de mis compañeros. Algunos hermanos mayores y amigos se quedaron haciendo visita. Tuvimos que recoger las sillas y bajar las mesas, gracias al cielo no nos tocaba lavar la losa. Pero si ayudamos a bajar las cajas donde habían organizado todo previamente. De regreso pasábamos cerca de la casa de María por lo que sus padres hablaron con los míos para saber si poníamos dejarla de regreso dado que su hermanita menor estaba tan cansada.

Mover todas las cosas y demás nos tenia agotados a todos, pensé en parar donde habían cocinado, aun no movían lo que había quedado así que esperaba conseguir algo de jugo aun. 

Felipe me esperaba junto a la puerta mientras entraba en la cocina, el chico que nos había ayudado durante toda la noche sostenía una bandeja con jugos suficientes para los que nos habíamos quedado a arreglar, o bueno los que quedábamos a las diez de la noche. No quería hablar con el, se que soy una cobarde con toda las de la ley pero estaba cansada, mal oliente y estresada. Considere las opciones, llamar a Garrett para que me rescatara pero había dejado mi celular en la mesa, o podría esperar a que algún compañero llegue e irme con el o simplemente atravesar esas dos puertas haciendo como si no existiera, caminando rápido claro y volver a mi lugar seguro. Si esa era la mejor opción. Me gire decidida luego de acabar con mi jugo dispuesta a llevar acabo el plan pero no me figue en el chico que volvía con la bandeja, y solo algunos jugos, chocamos. Mas exactamente me lleve la bandeja conmigo de manera exagerada tirando los jugos que sobraron al suelo, en la alfombra del lugar haciendo tanto ruido como hubiera sido posible. Genial Laura, esa es la manera de pasar desapercibida. Todos mis compañeros rieron de manera exagerada. Alberto por otro lado vino hasta donde estaba para ayudarme a recoger el desorden.
-Lo siento-. Le dije al chico agachándome para recoger los pedazos. 

-No te preocupes-. Comento el ayudándome a poner los grandes pedazos de vidrio de regreso en la bandeja junto con Alberto. Una vez solucionado el problema volví a la mesa lo mas rápido y decente posible. 

-¿Porque demoraste tanto? - pregunto Garrett una vez volví a la mesa. 

- Tuve problemas en el camino.

- Si, nos dimos cuenta-. Comento María señalando la puerta. 

Caminaba con el brazo sobre los hombros de mi mejor amiga, gracias a la diferencia de estatura. Estaba haciendo demasiado frio, sentía la nariz roja y el pelo completamente mojado, apestaba vivir en una ciudad tan fría, lo único que quería era llegar al pequeño auto de James para estar unos junto a otros y pasar un poco el frio pero Felipe por tercera vez en la noche trato de hablar conmigo.

- No - le dije antes siquiera que preguntara. Estaba muy cansada para eso - no quiero hablar contigo - de cierta manera me sorprendió de sobre manera que se acercara estando acompañada, nunca antes lo había hecho. De hecho nunca antes habíamos hablado en persona, nuestra ''relación'' se basó por mensajes en Facebook, likes y comentarios. Cada día odiaba más esa red social.

-¿Qué quería? - me pregunto James mientras abría la puerta de la parte trasera del auto para nosotras. Mire atrás rápidamente.

- Hablar con ella - le dijo María mientras trataba de subir y me empujaba.

-¿Hablar de qué? - me pregunto mientras su mirada trataba de leer la mía. Sin tener que leer realmente.

- Posiblemente quería disculparse por ser un idiota contigo - dijo Nicolás mientras subía al asiento del conductor. Inmediatamente mire a María.

-¿Y tú como sabes eso? - le pregunto mientras veía como James se subía al asiento del copiloto.

- No quería ser yo quién te dijera esto pero- empezó a decir mi hermano alargando las palabras como quien no quiere la cosa, porque de cierta manera, lo enojaba de sobre manera hablar de ello.

- Porque ese idiota hablaba mal de ti con los de su curso, y aun así tiene el descaro de hablarte-. dijo James completamente enojado. Un momento, ¿¡¿QUÉ?!?

Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora