De regreso a la fria y cruel realidad

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Jueves. De la siguiente semana. Si había pasado una semana clavada en la pregunta más....no sé si estúpida o sencilla. O tal vez la sencilla y estúpida soy yo. Ahora James es el profundo y enigmático de los dos. Las siguientes visitas que hizo a mi departamento siempre tuvieron cinco o diez minutos donde James se concentraba en única y exclusivamente en saber que se. Estupido, y malditamente sexy chico de cabello alocado.

Me considero bastante buena con la cuestión de improvisación, aunque claro no debería hacerlo con la sustentación de proyecto de grado pero ya las cartas estaban sobre la mesa y el reloj corría en mi contra. Creo que me tatué involuntariamente esa frase en el brazo derecho el primer día, del segundo semestre, del tercer periodo, del último año de escuela. Le había pedido a mis padres muy formalmente que no fueran a mi sustentación de proyecto de grado no solo porque me ponía extra nerviosa en su presencia, sino también, porque no quería que vieran el desastre que es su hija, la verdad había un sinfín de razones justificadas o no, que se me hacían más fácil sin su presencia. La primera y más importante no quería decepcionarlos. Porque estaba decepcionada de mi misma.

Me encontraba en una librería escondida entre el comercio a dos o tres cuadras de mi escuela, pasaba mis dedos por la parte de arriba de las filas de libros que estaban puestos sobre los escritorios en desorden, de primeras estaban los títulos en promoción, ojee el lugar y leí una que otra reseña, tendría que estar buscando libretas de bolsillo y lapiceros para darles a nuestros jueces, pero la verdad me había distraído con la idea de dejar mi cabeza en blanco para sacar lo mejor de mí y no dejarme caer en la desesperación y los nervios por olvidar parte de un dialogo planeado, y hasta ahora funcionaba bastante bien. Sobre una de las mesas al final del segundo piso encontré algunos libros de la saga de vampire diaries en promoción con un setenta por ciento de descuento, junto a ellos algunos otros libros de la misma autora, J.L Smith. 'Hijas de la noche' fue la trilogía que más me llamo la atención, de hecho tenía el tercer libro de la saga ojeado desde hace dos o tres ferias del libro pasadas. Los tome todos al mismo tiempo y ojee uno por uno en orden la parte de atrás. Al final, decidida me acerque a la caja a pagar por ellos, luego de eso camine a paso lento por entre el comercio a una papelería a solo una cuadra de mi escuela, entre en esta y compre lo que me habían mandado a comprar en un inicio, luego volví a la escuela. Se suponía que los estudiantes que sustentaban no podían faltar a clases ese día, pero bueno como soy tan bueno en cumplir las reglas llegue ese día cerca de las 11 de la mañana. Salude al portero muy cortésmente y camine directamente hacia los salones donde estaba la emisora escolar, golpee tres veces y vi como Esteban salía de debajo de una mesa, luego Nicolás, caminaron hasta la puerta y mirando para lado y lado antes de abrir la puerta.

–¿La coordinadora académica te ha visto? – Pregunto Esteban medio en burla medio enserio.

– No, ¿por? ¿Ahora que hicieron? – Le pregunte mientras volvíamos a su escondite.

– Nada, solo que está muy enojada porque no hemos saltado las clases del día de hoy y como sabe que nosotros llegamos temprano ha estado como una fiera enjaulada buscándonos por todos lados. – Resumió volviendo a sentarse en el suelo.

– Que mamera – comento Nicolás con la vista clavada en el computador sobre sus piernas.

– Bueno eso es cierto. De cualquier manera aquí esta lo que me pidieron. – Les dije y puse las cosas en medio de todos. Nicolás saco las cosas de la bolsa y luego se las paso a Esteban – Perfecto.

–¿Si traje lo que me pidieron? – Ambos ascendieron. Un par de golpes en la puerta hizo que nos sobresaltáramos y casi que saltáramos del susto. Nos quedamos completamente congelado esperando a que quien fuera se valla.

Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora