Cosas mal repartidas

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¿Han sentido celos que disfrazamos diciendo que es injusticia? Bueno, luego del cine, y una constante mirada de Alejandra con intención de que habláramos después solo las dos, como 'amigas', decidí leer un poco en internet. Ya no eran las novelas en facebook, ahora eran las historias en wattpad. Y en definitiva era frustrante. Era injusto. Eso gritaban mis celos mientras leía reseñas y primeros capítulos de historias con millones de lectores pero que en definitiva no habían crecido como yo creí que había pasado con los escritores que dejaron facebook y las niñas de 12 años con hormonas alborotadas, a una página que era mi nuevo 'secreto' del mundo. Sin ánimo de ofender pero era lo mismo que ya venía leyendo, las mismas historias con las mismas tramas, con diferentes personajes, con las mismas faltas que me había prohibido recaer, pero al parecer eso no le prohibia al resto de recaer en lo mismo. Sin animo de ofender (o tal vez un poco con esa cruel intensión) podía llegar a enumerar las formas como todas las historias tienen tanto parecido entre ellas. La del internado, donde todos descubren un secreto importantísimo para las familias, o los hermanastros, el chico sexy que se enamora de la ñoña, Larry Shipers, y era que ya había descubirto mi patrón para saber como todas las historias tomaban el mismo camino, escritos bajo manos diferentes, pero nunca dejaban de ser tan iguales. Cual era ese patrón, bueno al parecer todas las personas han decidido empezar como se empieza un dia cualquiera, en compañía de la familia y dando un primerazo a ellos, luego en la escuela dando a conocer la mayor cantidad de personajes posibles en tan solo el primer capitulo que por lo general es la introducción a la historia. Estoy segura de que haz leído mas de una historia que empieza asi. Luego tenemos las introducciones que parecen archivos del FBI, nombre con todas las cualidades que tienen sus personajes pero que en si no te dice nada de la historia, detalles que son inecesarios como el color del pelo de los ojos y características plenamente físicas. Sim embargo el mayor detonante que tienen todas las historias que tienen un millón de lectores es solo uno en común. Es protagonisada por la banda de moda.

No iba a decir que había madurado, aun mis paredes estaban decoradas con afiches de Jonas, Demi, The Wanted y One Direction, pero ya estaba cardiaca de leer historias increíbles con ellos. Quería algo más, como los libros que compraba.

Hasta que di con un par de ellas, y definitivamente no podía evitar enloquecer con encontrar historias tan sumamente increíbles con menos de mil lectores. Y luego enloquecer aún más con buenas historias que siguen cada cambio lunar, o las que sus escritoras llenan de 'avisos', o esas que piden que sus historias que lleguen a un número determinado de comentarios y votos para que las sigan. Muchas las había desechado de mi librería. Injusticias sin resolver.

Si bien es cierto que nadie tiene una forma mágica para lograr que sus historias sean leídas por millones de personas, quería empezar una campaña para no recaer en lo mismo. Es cierto que el número de leído es el mayor estimulante que tiene los escritores nuevos para seguir, me plantee a mí misma si quería escribir lo iba a hacer porque quería, porque la inspiración había llegado a mí, o porque realmente tenía una buena idea, no por la presión ejercida de los lectores en que continúes porque bien, había visto ya en varias historias que luego las actualizaciones y la diferencia de cuando escribes por buenos motivos a solo por complacer a la gente era monumental, y aunque yo no pasaba por lo mismo siempre tenía más capítulos escritos de los publicados porque bien, quiero que mi historia sea buena de principio a fin y no que la gente se dé cuenta de capítulos agregados a la fuerza que hacen que tu historia valla a su propio abismo sin fin.

-¿Escribes una crítica o un artículo de publicación? – Voltee a ver a Thomas acostado a mi lado estrechando uno de mis peluches en sus brazos y luego siendo usado como almohada- porque eso parece muñeca.

-¿Qué no puedo dar mi opinión?

-¿Por qué mejor no dar ejemplo?

-Thomas- Empecé como siempre empezaba usando el tono de voz que anunciaba un regano- Por primera vez estamos de acuerdo.

-No es la primera vez que estamos de acuerdo.

-Cállate.

-Cállate tú- respondió, luego guardo silencio mientras abría una nueva hoja en Word y empezaba una nueva historia. - ¿Hemos superado el síndrome de la página en blanco?- Pregunto entusiasmado apoyándose ahora en su codo para poder ver la pantalla.

-No lo creo.


Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora