Examen Nacional.

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Domingo, seis y cinco de la mañana.

Había pasado exactamente una semana desde la cena. Había llegado el día tan esperado. Ese domingo, que tanto sufrimos esperando que llegará estaba ahí. El reloj avanzaba muy lento, en nuestra contra, el tic tac del segundero era una tortura y me arrepentía de llevar en mi muñeca un reloj. El lugar estaba lleno de gente, adolescentes en su mayoría solo con chaquetas para la fría mañana, la hoja de citación, un lápiz, tajalápiz y borrador. Algunos, como yo, acompañados por sus padres como si al matadero los llevaran. Era el día que teníamos que presentar el maldito examen nacional.

Estaba en compañía de Alejandro, que por gracia divina, le había tocado en el mismo lugar que yo. Esperaba nerviosa a que el reloj marcara las 7 de la mañana, para que abrieran las puertas del lugar y empezaran a llamar a lista. El, a diferencia de mi, estaba demasiado relajado para la seriedad del asunto, simplemente hablaba con nuestros padres de cosas absurdas mientras yo atacaba con ferocidad mi labio inferior empezando a arrancar los cueritos. El sabor a sangre, de alguna manera aterradora, era calmante.

La conversación tomo un giro a los recuerdos de nuestros padres y del momento en el que tomaron el examen. Nada reconfortante para ser sinceros. Mencionaron como siempre los hechos básicos que lo conformaban, el tiempo con el que contábamos para las preguntas, la cantidad de preguntas y las áreas de las que preguntarían. Así mismo la seriedad pero a su vez de lo fácil que era. Para explicarlo mejor era una cosa así: el examen nacional era un examen que tenían que presentar todos los alumnos de grado once, en este caso calendario A (que inician clases en Enero), también lo podían presentar otras personas pero principalmente, nosotros. El examen consiste en preguntas de núcleo común, como matemáticas, inglés, biología, español, historia, química y física, y una profundización que cada uno selecciono el día en el que se inscribió a esta cosa, podía ser violencia y sociedad, matemáticas, español o biología, como era profundización era una poco más mierda que las áreas de nucleó común. Se califica de 0 a 100, y hay preguntas de todo tipo que teóricamente tuvimos que haber visto a lo largo de nuestro bachillerato/secundaria.

¿Por qué presentábamos este examen si es tan asqueroso cómo suena? Bueno, porque si no, no te puedes graduar de bachiller y en el caso de algunas universidades, no puedes ingresar. También porque el colegio te inscribe, con los resultados, o más bien, el promedio de los resultados de sus estudiantes, ubican a las escuelas en una lista para saber quién es la mejor. Nunca he odio de alguien que saque 100 en alguna materia, lo más y fue algo realmente sorprendente es que un chico de Once A, saco 97 en su prueba de matemáticas. Por otro lado, la profundización se califica diferente porque claro son diferentes las preguntas. Por si fuera poco contabas con una burbuja de tiempo límite, llegábamos a las 7 am, empezaba maso menos a las 7:30 a 8 am y teníamos exactamente 4 horas y media para hacer la primera parte. Un descanso de una hora prácticamente cronometrada, y una segunda tanda de otras 4 horas, para acabar entre las 5 o 6 pm e irnos a nuestras casas. El siguiente día no teníamos clase.

Las reglas, como no lo explicaron en la escuela eran prohibido el uso de celular u otro medio electrónico, solo se ''podía'' ir al baño una vez, y teníamos que pedir permiso. Sin embargo estas varían dependiendo del encargado de revisar el salón.

-Bueno muchachos, tienen como saben cuatro horas para presentar el examen. Empezaremos con Biología, física química y ciencias sociales. Se supone que tienen prohibido el uso de celulares o cualquier aparato electrónico, así que para los que lo trajeron, por favor póngalo sobre la mesa del profesor donde lo puedan ver. La ida al baño la manejamos de la siguiente manera, usted simplemente deja el lápiz sobre la mesa, junto al examen, se para y va al baño. Las veces que quiera, es su tiempo usted decide como lo maneja. También si quiere comer, procure hacer el menor ruido posible. Cuando acabe alce la mano, para que recoja su examen. Tienen que estar acá a la 1 de la tarde para la segunda parte.No siendo mas, esperemos a que lleguen las hojas.

Y así es como una sola persona, destruyo el trabajo de todos los profesores que se dedicaron los últimos años a meternos terror.

10:30 am. Me sorprendí a mí misma acabado la primera tanta con solo un tiempo de dos horas y media. Eso me dejaba con casi tres horas de almuerzo. Alejandro había acabo un poco antes que yo. Caminamos mientras hablábamos de la experiencia en comparación a la preparación que nos dieron, y de las preguntas que nos demoraron un poco o que recordábamos.

- Me quede dormido.

- No te lo puedo creer.

- Si, en la primera etapa, me toco inglés, historia, español y biología. - a diferencia mía, Alejandro hacia parte del grupo de avanzado en inglés-. También era muy temprano, y estaba haciendo resto de frio. El tipo al lado mío me despertó a los veinte minutos. Estaba todo ''oiga hermano no se duerma''. Al fin y al cabo creo que me va a ir bien.

- Sí, igual este examen lo hacen más para medir a los colegios. Si lo pierdes lo puedes volver a presentar las veces que quieras - le comente mientras llegamos al centro comercial a solo unas calles. Almorzamos en McDonald's, matamos el tiempo hasta 12:40 para estar a la 1 pm de regreso.

La segunda etapa tenía su nivel de complejidad, pero ya no cargaba con el mismo nivel de estrés. Aun así opte por empezar por matemáticas para ''calentar'', luego mi profundización y por último las dos materias que me sacaban canas verdes. Lo bueno era que mi colegio era una escuela privada, a diferencia de lo que es en USA (bueno lo que se ve en las películas) las escuelas privadas no son para únicamente chicos increíblemente ricos, era algo pagable y mejor que las escuelas del gobierno, aun así las escuelas del gobierno eran más por lo que el examen se basaba en lo que en ellas se veía para este grado y solía ser lo que uno veía a principio de año, en mi escuela en materias como Calculo y física, se veían más de lo que en promedio los estudiantes de once ve. Era la única de mi curso que se había profundizado en español, y en los simulacros sacaba nivel II o III que era lo más alto que se podía. Para cuando termine el examen era las 4 en punto, media hora antes de lo que podíamos. Mi padre me esperaba afuera, y fuimos directo a casa, donde encontré a mi hermano con su inseparable amigo, mi tía y su esposo viendo una película.

-¿Qué tal el examen más importante de tu vida? - pregunto mi hermano sin apartar los ojos de la pantalla.

- Creo que, sobreviviré. - le dije antes de dejarme caer a su lado para comer palomitas de maíz.

Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora