PASO DOS: La ira.

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Como un mosco en la leche estaba el marcador de escritura parpadeando en la hoja en blanco.

All the rights moves, sonaba de manera ensordecedora a través de los audífonos.

Word se empezaba a hacer mi peor enemigo.

El blanco de la pantalla quemaba mi retina siendo lo único que brillaba en toda mi habitación. La pinche mosca en mi leche seguía haciendo notar su presencia con ese contante parpadeo a la espera de poder avanzar por la hoja empujado por las letras. Es estresante.

Me había levantado muy a mi pesar a las cinco de la mañana el lunes que justo tenia libre, mi familia había salido y yo tenía una descarga incontrolable de ira. Golpeaba las teclas torpemente mientras canciones a lazar de Coldplay reemplazaban a las de One Republic y sonaba por toca la casa.

Había elegido la peor playlist de todo el mundo y me enfadaba, tenía unas ganas incontrolables de llorar gracias a esta y se volvía algo ilógico. ¿Por qué me cuesta tanto pasar lo que tenía en mi cabeza a la hoja?

Desconecte de un tirón el cable de los audífonos tan afectada y enojada. Mis ojos picaban por las lagrimas y mi vista era borrosa.  Apoye mi espalda en la pared dejándome caer.

¿Qué mierda estaba mal conmigo? ¿Por qué hablaban mal de mi, sin siquiera conocerme? ¿Por qué me sentía tan abrumada y finalmente acomplejada por el hecho de ser un fracaso en eso que en algún momento creí que era buena? ¿Era posible perder un talento que alguna vez se tuvo? ¿O ahora era tan critica que nada llegaba a llenar mis expectativas?

Repetía mi mente mientras hundía mi cabeza en el hueco entre mis piernas y mi pecho.

Stop and Stare, sonaba desde mi celular con un volumen prudente, el suficiente para hacer eco en mi habitación. Necesitaba liberar toda la ira acumulada. Alce la cabeza de pronto y corrí a la habitación de mi hermano, tome uno de sus cd's alazar de música y volví corriendo a mi habitación, tome la grabadora y los parlantes para llevarlos hasta mi baño, conecte todo y puse el cd. Luego volví corriendo a mi habitación y tome uno de los lienzos que había dañado con un asqueroso dibujo que había hecho en él y el balde donde tenía las pinturas, no procure ni tomar unos guantes para cuidar mis manos de la alergia pero esas vaina no me dejaban trabajar como quería.

Foster the people lleno el silencio y apoye el lienzo contra la pared de la ducha. Lo mire una y otras vez para luego tome los pinceles y empezar a reflejar mi ira en el lienzo, la voz del vocalista es tan peculiar, tan ronca e imperfecta que me encantaba, me llenaba, me recordaba de una manera extraña las canciones que suelen sonar de fondo en las películas ochenteras que veía de vez en cuando. Volví a mi habitación y tome otro lienzo este en blanco, empecé con  los trazos grises y luego negros que seguían reflejando mi ira pero ya más clara, ya no odiaba a todos por odiarlos a todos, ahora solo odiaba a las personas que habían interferido en todo este proceso, odiaba sentir que luego de que todo acabara las personas que les tome cariños como mis hermanos por pasar tanto tiempo juntos, odiaba tener que definir mi vida a mis 18 años, tener que elegir una carrera un trabajo para toda la vida, tenía un miedo que me invadía de tomar la decisión errónea y despertarme un día a mis cuarenta años y darme cuenta de que había tomado la decisión equivocada. Ahora la ira y el enojo se convertían en miedo. Tome por error la pintura roja en vez de la negra y una pincelada quedo en el trabajo por error, solté el pincel dejándolo caer al suelo y la ira volvió a inundarme empezando a gritar palabrotas, finalmente abrumada un grito ensordecedor que quemo mi garganta. Tome uno de los papeles que usaba para limpiarme las manos para tratar de quitarlo mientras el acumulo de agua en mis ojos hacia mas difícil mi tarea.

-¡NO LO QUITES! - Grito una voz que conocía perfectamente - no quedo para nada mal - Sentí como alguien se paraba en mi espalda quedando muy cerca mí, sentía la respiración del rulado en mi espalda. James se agacho  tomando el pincel en sus manos y dibujo una raya muy parecida a la que yo había hecho junto a la esquina de un rojo mucho más vivo, mi mano subió a tomar el pincel y dibujar dos rayas junto a su rostro como si fuera un indio - quedo perfecto-. Dijo y dejo salir un suspiro en la última o haciendo que mis cabellos se erizaran, y una escalofrió recorriera mi cuerpo.

Síndrome de la página en blanco - Finalizado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora