trece

465 52 22
                                    

Estoy mirando la hoja de un cuaderno que Alaska me dió, hace aproximadamente unos diez minutos

Hace tanto que no compongo que ya ni sé donde empezar

Y sólo tengo una melodía en la cabeza

Mis sentimientos son tan confusos y enredados que no piensan salir de mi corazón y mente

Podría escribir una canción sobre la lluvia, que está cayendo hace horas sin parar

De cómo vine a parar a la casa de una extraña y no quiero irme de acá

Podría escribirle una canción a Alaska

Pero creo que prefiero que esa salga naturalmente y sin forzarlo demasiado

Alaska se fue a la cocina hace unos minutos cuando notó que la inspiración no venía hacia mí, y decidió ayudarme con un café

Desvío mis ojos del papel a la puerta de la cocina, y la veo batiendo adentro de la taza mientras baila y tararea algo bajito. Río apenas para que no me escuche, y por suerte no lo hace

Me gustaría ser como ella

Tiene magia, no sé como explicarlo, pero se siente como si esa propia magia protegiera el lugar en donde se encuentre, de todo mal

Su mirada congela, quizás por el color frío de sus ojos, pero entibia el corazón

Y habla como si su alma explotara cada vez que lo hace, para iluminar al que tenga el placer de escucharla

Como si su alma fuera dinamita

Sonrío levemente y escribo "alma dinamita" en la última página del cuaderno

Tal vez puede llegar a ser una buena canción

-Bueno, le traigo el café Jesse & Joy- anuncia y se sienta junto a mí en el sillón

Lo pruebo con una sonrisa y descubro que tiene un leve gusto a chocolate, que se combina demasiado bien con el café y tiene un gusto delicioso en boca

-Nuestro amor sabe a chocolate...- canta una de sus canciones y río- Lo siento, se me vino a la mente esa canción y le puse el nombre de ellos

-Me parece genial- digo y sonríe

-¿Y? ¿Cómo va con eso?- pregunta y hago una mueca

-No sé por donde empezar- confieso- Tengo tantas cosas difíciles que no sé como escribirlas y que suenen sencillas

-Eso está complicado- asiente y le da un sobro al café- Relájese, va a llegar la inspiración, sólo es cuestión de saber aprovecharla

Suspiro y dejo el cuaderno en el piso

Apoyo mi cabeza en el respaldo del sillón y miro hacia arriba, cierro un poco mis ojos y en todo lo que puedo pensar es en papá. En lo mucho que me hace falta y lo mal que me hace no tenerlo a mi lado. Y lo más triste de todo es que, para ese problema que casi parece una enfermedad, ya no hay solución 

Antes, cuando estaba mal, papá era una especie de remedio que me curaba al instante. Ahora ya no lo tengo, porque se fue y no va a volver

Un remedio para mi corazón triste

Lo retengo en la mente

-¿Sabe en que estaba pensando?- cuestiona la morocha y la miro- En lo genial que sería que nuestra vida fuera una película

Alzo mis cejas expectante

-No lo sé, poder ver esos momentos en los que fuimos demasiado felices y ponerle pausa- dice- O tan solo tener la posibilidad de volver hacia atrás y poder cambiar las cosas

-Como volver a empezar- digo y ella asiente

Volver a empezar

Volver a empezar

Yo creo en eso de volver a empezar

Fue el propósito de irme lejos, una noche cualquiera

Una noche cualquiera

Una noche cualquiera, princesa

No puedo encontrar

-Juan...- me llama y salgo de mi transe- ¿Qué pasa?

Agarro la lapicera y el cuaderno con rapidez, ella sonríe

Yo necesito eso que alguna vez me diste
Es un remedio para mi corazón triste
Es una forma de resucitar
De pasar el invierno, pararme y salir a buscar

Si esta canción no funcionó de pretexto
Ya no sé bien como seguir más con esto
Yo creo en eso de volver a empezar
Una noche cualquiera, princesa, no puedo encontrar

.

.

.

la canción se llama el color del ayer de tan bionica, por si quieren escucharla :)

Alaska - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora