veinticinco

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-Wow...- dice Olivia y sonrío

-¿Qué le parece?

-Me parece...hermoso- contesta

Mi psicóloga está sentada en el pasto, con Mac a su lado. Le mostré una parte de una canción que empecé a escribir hace unas horas, antes de llegar a la sesión de hoy

-¿Cómo se llama?- pregunta

-No tiene nombre todavía- digo

-Estoy muy orgullosa, Juan- dice Olivia y suspiro- Espero que estés orgulloso de ti también. Estas volviendo a cosas que te hacen bien, ¿Eres consciente de eso?

-Trato de- contesto sincero y me dejo caer en el pasto

El cielo está nublado y hay una brisa cálida en el aire que alerta una tormenta, de esas que llegan a limpiar todo alrededor

Se me hace hasta chistoso empezar la canción justo hoy

-¿Se la mostraste a los chicos?- cuestiona y niego

-No, todavía no- digo- El viernes tenemos una reunión con un manager importante...supongo que Martín ya le habrá contado

-Sí, me lo mencionó- responde- ¿Estás nervioso?

-Meh- levanto mis hombros- Si no se da con él, va a ser con otro, estoy seguro

-¿Le tienes fe a la banda?

-Sorpresivamente, si- río un poco- Los chicos son geniales

-No te quites merito

-Sabía que me iba a decir eso- contesto risueño y ella sonríe- Pero me refiero a que, me siento seguro ¿Sabe? Cuando toco con ellos o nos sentamos a escribir, incluso cuando estamos bromeando o riéndonos de cualquier cosa, todo encaja perfecto...creo que eso era lo que necesitaba

Olivia me mira sonriente y levanta sus puños al aire con felicidad. Decir todo esto, aunque no parezca, era un gran avance para mí

-No les diga que dije eso de ellos- pido y ríe

-No puedo ni aunque quisiera, Juan- niega- Pero me alegra que te sientas así, ellos te quieren mucho

-Todavía no les he dicho nada- comento

-¿De qué?

-De mi enfermedad- digo

-¿Lo va a hacer?

-¿Tengo que hacerlo, no?

Olivia levanta sus hombros y se acuesta junto a mí. Mac se pone entre los dos y acuesta su cabeza en mi abdomen, haciéndome reír

-Me voy a salir un poco de mi rol para decirte que conozco a los chicos, conozco a mi novio; creo que te acostumbraste a personas que constantemente te rechazaban por quien eres. Y si, te vas a encontrar mucha gente así en el camino porque precisamente así es el mundo- dice- Pero también te puedes encontrar con personas como ellos, y te aseguro que no son así de mierda. Tienes que dejarte querer, y aprender que donde no te quieren, no es lugar para quedarse

Suspiro y siento caer una gota en mi frente

-Creo que me enamoré de esta canción- dice luego de un rato y río

-Es un proyecto de canción- la corrijo y pone sus ojos en blanco

-Lo que sea, quiero escucharla ya

-La escribí pensando en Alaska

Lleva su vista a mí con un poco de sorpresa, porque para hablar de ella, nunca tomo la iniciativa yo

-¿Te enamoraste de ella, Juan?- cuestiona

-Si- confieso y sonríe de lado- Me enamoré de alguien que no existe

.

.

.

Isaza y Simón entran a la sala y los miramos expectantes

-¡Le gustó!- exclama el de lentes y Martín se levanta de un salto del sillón

-¿Qué dijo?- pregunto recibiendo el abrazo de Isaza

-Que le gustaba nuestra manera de escribir, que toquemos instrumentos...el banjo le sorprendió muchísimo- señala Simón y Martín me golpea el hombro con alegría- Y que nos quería presentar con un productor

-Mauricio Rengifo, Dandee de Cali y El Dandee- explica Juan Pablo

-¡Esto amerita festejo, perros!- exclama el más chico y reímos

Camina hacia la heladera de su casa y saca tres latas de cerveza, me guiña un ojo antes de tirarme una lata de gaseosa y sonrío agradecido

-¡Por Malta!- dice Simón y brindamos

-No puedo creer que no le guste esto, Villa- habla Isaza y hago una mueca

Recuerdo lo que me dijo Olivia hace unos días, y lo que hablamos con mi hermana anteriormente

-En realidad, me gusta, sólo que no puedo tomar- digo y alza sus cejas

-¿Por qué?- cuestiona Martín

-Medicación- explico y veo sus caras cambiar

-¿Está bien, perro?- pregunta el Vargas mayor

-Si...tengo esquizofrenia- digo sin más, con una risa seca, pero me mantengo serio

-¿Es enserio o estamos bromeando?- cuestiona Isaza

-No, es verdad- asiento- Me lo diagnosticaron hace un tiempo. Me avergonzaba un poco decirles pero...bueno, supongo que el día iba a llegar

-¿Por qué vergüenza, Villa?- pregunta un apenado Martín

-Perdí amigos por esto- levanto mis hombros- Pero tranquilos, estoy medicado, no estoy viendo gente, ni tengo delirios ni nada parecido

Los cuatro nos quedamos en silencio por unos segundos, y justo cuando estoy esperando a que alguien se levante y se vaya...

-Pues...Martín tiene solo una neurona- dice Isaza

Nos miramos y rompemos en risas

-Con sólo una me alcanza, Isa- bromea Marto y me abraza por los hombros- Nos alegra tenerte, Villa

-A mí también me alegra estar acá- golpeo su espalda suavemente y ellos sonríen- Pero basta de cursilerias, tengo algo para mostrarles

Busco en mi mochila la hoja y la dejo en la mesa de madera. Leen la letra con curiosidad y luego me miran a mí

-¿Tiene nombre?- pregunta mi tocayo

-Mil Tormentas

Alaska - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora